La peor pesadilla de Clara Pincay Mendoza se hizo realidad. Parte del techo de su piso se cayó sobre la cama de uno de sus hijos. Esta vez fueron trozos de yeso y el niño no estaba en el lugar. Pero ahora, los seis puntales que sostienen su techo por el riesgo de derrumbe deberán transformarse en diez. «Si esto pasa de noche, un susto gordo nos llevamos porque cayó todo encima de la cama del niño», destacó la vecina, que optó por enviar a sus hijos a la casa de su hermana. «No quiero que estén por aquí», agregó.

Pincay denunció públicamente hace dos años que la causa de que su vivienda esté apuntalada fue la instalación que hizo su vecino de arriba de una piscina en la terraza, donde también acumuló material de obra sumando peso a su techo. También se agregaron fugas en las bajantes, que fueron motivo de un informe municipal. «Todo esto ha sido reparado pero el daño quedó», indicó.

El techo de esta vecina es la terraza del propietario, que ha sido presidente de la comunidad y que ahora vuelve a serlo. «Hizo una reunión con cuatro o cinco y se proclamó presidente, pero nosotros la impugnamos. Y está retrasando todo lo que teníamos avanzado como los presupuestos para empezar los arreglos», criticó Pincay, que ahora es la vicepresidenta.

Como muchos problemas vecinales, éste también llegó a los juzgados. Primero, por la denuncia de Pincay a causa de «los daños» provocados en su techo, y ahora, por una denuncia del vecino hacia Pincay por «daño a su imagen» al haber dado a conocer la historia a través de medios de comunicación.

La Guardia Civil y un técnico municipal se personaron en la casa de Pincay a causa de la caída del techo, el pasado viernes, y levantaron un acta. Ahora la vecina espera que este informe «llegue al juez». «Llevo con esto desde 2006 y mi juicio todavía está pendiente», se lamentó Pincay que, mientras tanto, sigue sumando puntales al techo de su vivienda.