Las flores no pasan de moda, y por eso las floristerías no pararon de vender durante todo el día de ayer | DANIEL ESPINOSA

Bolsas, regalos, bombones, tarjetas y, sobre todo, ramos de flores. Esto es lo que se podía ver ayer por las calles de Vila durante el día de San Valentín. Y es que si hay un día predilecto para demostrar el amor que uno siente por su pareja en forma de regalo es, sin duda, éste.

Esta festividad es de las pocas que no se ha visto afectada por la crisis, porque el que más o el que menos ha sacado un hueco para regalar algo, y aunque cada vez se es más previsor a la hora de hacer las compras, se sigue apurando hasta el mismo Día de los enamorados. Por eso, las calles de Vila eran un hervidero de gente corriendo de aquí para allá en busca del regalo perfecto con el que sorprender a su media naranja.

En este sentido, la mayoría se acababa decantando por un clásico que no pasa de moda:el ramo de flores. Por ello, algunas de las floristerías ibicencas aprovecharon para hacer su particular 'agosto' durante el día de ayer. Por ejemplo, María, dueña de Es Baladre, afirmaba que «como siempre, desde que empecé hace 32 años, en este día no paramos de vender infinidad de ramos». Incluso, asegura, mientras no para de cortar tallos y adecentar flores, que, «aunque tal vez se note un poco la crisis en el transcurso de día puedo acabar vendiendo unos 600 de todos los tipos». Y es que según la propia María, «aunque cada vez la gente se lleva más ramos diversificados y plantas y macetas que sirven, incluso, para decorar las casas», la gran estrella año tras año sigue siendo la rosa roja, muy por encima de cualquier otra.

Cada vez más tarjetas

Sin embargo, a las flores le está saliendo un gran competidor en los últimos años con las tarjetas de felicitación. Cada San Valentín se venden más, como demuestra que el mostrador de una conocida librería en Vara de Rey se quedó prácticamente vacio durante el transcurso del día. Y es que las hay de todo tipo y material, desde papel a cartón, con sobre o sin sobre, en inglés, alemán o español, pero todas con un mismo objetivo:demostrar el amor que uno siente con palabras o dibujos.

También sigue siendo un clásico todos aquello productos que ayuden a endulzar este día, como los bombones o los pasteles. Por eso, algunas pastelerías o confiterías de la zona de Vila también fueron algunos de los lugares más visitados por todos aquellos que decidieron regalar algo a su pareja.

Sin embargo también existe el lado contrario en San Valentín, ya que según una encuesta realizada por la Federación de Usuarios Consumidores Independientes (Fuci), el 48% de los preguntados confesó que no iba a regalar nada.

Más allá de todo esto, consumismo o no, Eivissa volvió a vivir el 14 de febrero como un día especial para demostrar el amor de cada uno siente por su pareja.