La red de agua potable de Eivissa sigue siendo, según los datos publicados por el Govern balear, la más deficitaria de las Islas. Y es que, en la pitiusa mayor de los 17 millones de metros cúbicos extraídos de agua potable sólo llegan, para el consumo humano, 10,3 millones.
Así, la red de agua en Eivissa cuenta con un 64 por ciento de rendimiento. El resto de metros cúbicos no contabilizados corresponden a pérdidas físicas de la red, contadores que no funcionan o que cuentan menos de lo que pertoca, usos públicos no contabilizados o conexiones irregulares, según el Govern.
Formentera, por contra, cuenta con la red de suministro de agua más eficiente con un rendimiento del 85 por ciento, según los datos de 2007 facilitados por el ejecutivo balear. Así, en la pitiusa menor, de los 529.000 metros cúbicos extraídos, 450.000 se han contabilizado como suministrados para el consumo humano.
En el resto de Islas, hay que destacar que Mallorca tiene un rendimiento del 74 por ciento con 100 millones de metros cúbicos extraídos, de los 74,5 han sido utilizados por los ciudadanos. En Menorca, por su parte, de los 14 millones de metros cúbicos extraídos se han contabilizado 10,3 por ciento. Esto hace que la Isla cuente con una red de suministro de agua potable con un 73 por ciento de rendimiento.
En el conjunto de Balears, se extraen 131,6 millones de metros cúbicos de agua para el consumo humano de los que han llegado a su destinación 96,1 millones. El cómputo general hace que las Islas cuenten con un rendimiento medio del 73 por ciento, perdiendo así 35,4 metros cúbicos que no contabilizan, según el Govern balear.
A pesar de estas cifras, desde la Conselleria de Medi Ambient i Mobilitat del ejecutivo estiman que el 15% de agua no contabilizada es «prácticamente inevitable».

El Govern impulsa convenios con los consells para detectar los fallos

El Govern balear ha invertido 2,2 millones de euros en proyectos de detección y reducción de pérdidas en las redes e agua potable de los diferentes municipios de Mallorca. Según un comunicado del ejecutivo balear, el control de las pérdidas es «una medida absolutamente fundamental para el ahorro de agua en una región mediterránea y para la gestión sostenible de nuestros recursos hídricos». Asimismo, apuntan que con una reducción sustancial del volumen de agua que se pierde o no se contabiliza «podrían resolver algunos de los problemas actuales de suministro». Por último, resaltan que actuando sobre esas pérdidas, «se consigue una disponibilidad de agua más barata y más eficiente». De ahí, la iniciativa de establecer convenios con los consells para detectar y controlar las pérdidas de agua y fijar mecanismos de control.