Cuando el globo aerostático que manejaban Joan y Francisco se elevó por primera vez a unos diez metros de altura desde el campo de fútbol de Santa Gertrudis, las mayoría de los niños allí presentes no salían de su asombro.

No en vano, para casi todos era su primera experiencia de este tipo, algo que deben a los alumnos de la profesora Rosa Planells. Ellos forman parte de un grupo que se llama 'Globos aerostáticos de colores', y hablando con ellos, saben a sus cinco años más que muchos adultos sobre el tema. Incluso algunos, como Víctor, Pablo, Paula o Claudia, eran capaces de contar perfectamente la historia del primer viaje tripulado en este aparato, el 21 de noviembre de 1783 a cargo de los franceses François Pilátre de Rozier y François Laurent d'Arlandes.

Parece que les encantó tanto la historia y estos aparatos, que fueron los propios alumnos los que gestionaron todo con ayuda de Rosa, que afirmó que «fueron incluso ellos mismos los que consiguieron el teléfono para contactar con la empresa de Joan y Francisco», que, a sus 19 años, andaba un poco nervioso porque era la primera vez que organizaba algo con niños.

Pero sin duda, los más emocionados eran los propios alumnos de Primaria que ocupaban nerviosos y revoltosos el espacio del campo de fútbol de la localidad ante unos profesores que se las veían y deseaban para mantenerles quietos. De todos, los había más y menos valientes y más y menos decididos, pero la mayoría acabaron subiéndose al globo gracias a la colaboración de profesoras como Laura, Antonia, Magdalena, Cristina o Noemí, que incluso, no dudó en coger a la cesta por fuera en pleno vuelo para hacerla aterrizar.

Y es que la actividad levantó tal expectación en Santa Gertrudis que hasta el lugar se desplazó un peculiar equipo informativo compuesto por un grupo de aspirantes a periodistas de nueve años del colegio público de la localidad, que carpeta en mano no paraban de tomar notas para escribir un artículo sobre el tema en su propia revista.