Como si de un concierto básico se tratara, Ressonadors ofreció ayer un concierto acústico muy especial. Y es que enfrente tenía un público formado por alumnos de todas las edades del colegio Virgen de las Nieves de Sant Jordi, que vibraron con sus canciones de toda la vida.

A ello también ayudó que Joan Barbé y Omar Gisbert, los dos pilares del grupo ibicenco, lograron juntar en el escenario a varios amigos como Gerard Quintana, David Serra, Carlos Trafford, Jordi Cardona o Miquel Prats, para interpretar algunos de los temas.

Uno de los que más aplausos se llevó fue Quintana, vocalista de Sopa de Cabra, que tras regatear con mucho humor algunas preguntas del joven público, interpretó la canción Flors de Baladre ante un auditorio en el que muchos de los adolescentes juntaron sus manos para cantar emocionados parte de su estribillo.

Momento emotivo

Sin embargo, lo mejor de la mañana llegó cuando subió al escenario David Serra para entonar uno de los temas que ya se ha convertido en míticos dentro del repertorio de Ressonadors, Jo tenc una enamorada.
En este momento el abarrotado patio del Virgen de las Nieves se vino abajo y empezaron a florecer las emociones, sobre todo a la hora del estribillo, poniendo la carne de gallina a más de alguno de los presentes, incluyendo el propio Joan Barbé, que confesó después del concierto que «nunca había vivido nada igual en su carrera».

Pero aún hubo tiempo para una pequeña sorpresa que se podría catalogar como fuera de programa. Las protagonistas fueron dos niñas pequeñas, de nombre Tanit y Bárbara, que se subieron al escenario y no dudaron en ponerse a cantar el estribillo de la canción junto con Serra, Barbé, Gisbert, y todo sus compañeros del colegio.

Algo que parecía difícil de superar, pero incluso aún hubo más, con un fantástico fin de fiesta, con todos los cantantes participantes subidos al escenario para interpretar a coro una de las canciones preferidas de los alumnos del centro: Trec, trec, trec.

Y con todo ello, se consiguió el objetivo de Ressonadors, que era según Barbé «demostrar a los jóvenes que aunque estas canciones tienen cientos de años pueden seguir siendo totalmente actuales».