Cosmi Escandell, ayer, minutos antes de la entrevista.

Cosmi Escandell Torres cumplió 65 años el pasado viernes, fecha que coincidió con su último día de trabajo en el Ayuntamiento de Eivissa y su primera jornada de jubilación. En la fiesta de cumpleaños y despedida laboral, sus compañeros de trabajo le regalaron un cuadro de Dalt Vila de Stafforini y una foto vestido de macero, labor que ha compaginado durante 32 años con sus funciones de portero. A pesar de haberse jubilado, Cosmi pasa siempre que puede a saludar a sus compañeros, que, como ayer, le reciben entre besos, abrazos y conversaciones sobre cómo va su nueva vida. Después de tantos años trabajando día a día en este consistorio no puede evitar emocionarse cuando habla de sus compañeros: «Me da pena jubilarme por ellos; les voy a echar mucho de menos porque han sido mi segunda familia y el ayuntamiento mi segunda casa durante 32 años», explica casi entre lágrimas para pasar a recordar, segundos después, cómo empezó su carrera laboral en esta institución de Vila.

Antes de ir a la 'mili' trabajó de camarero en una restaurante de la isla para después pasar a hacer el servicio militar, dedicarse posteriormente 12 años a la albañilería, dos más al taxi y fue entonces cuando empezó su andadura profesional en el Ayuntamiento de Vila. «Hice una oposición bastante sencilla porque por aquel entonces no eran como ahora. Aprobé y empecé a trabajar. He hecho mucha gestión de calle: repartir notificaciones e invitaciones a actos oficiales», por ejemplo. Asimismo, ha participado en actos oficiales, como el Dia de Santa Maria o la visita de Sus Majestades los Reyes que tuvo lugar en 1994 bajo la alcaldía de Enrique Fajarnés. Una de las anécdotas que con más cariño recuerda tiene que ver con ese acto oficial: «Cuando estábamos más o menos a la mitad de la visita oficial, la Reina Sofía se golpeó una pierna con una mesa de cristal que había en alcaldía y se rompió las medias. La acompañé a un lugar para que se pudiera cambiar las medias tranquila».

Después de tantos años trabajando en el mismo lugar ha cultivado con el tiempo lazos de amistad que aún mantiene.

Cosmi asegura que entre sus planes más próximos se encuentra cuidar su campo y sus animales: «Tengo hasta un pony con carro y todo», comenta con una gran sonrisa