Las Fallas de Sant Antoni, que organiza la Asociación Cultural Valenciana, vivieron ayer los dos momentos más emotivos. Primero, a mediodía y después de realizar la tradicional despertà y un pasacalles por el pueblo, los falleros se dirigieron a la iglesia para realizar una ofrenda florar a la Virgen de los Desamparados, patrona de Valencia.
Muchas de las mujeres ataviadas con el traje típico no pudieron evitar derramar alguna lágrima al encontrarse frente a la imagen de la 'Xeperudeta', la 'jorobadita' como popularmente se le conoce en la capital del Túria dada su característica postura de cabeza inclinada.
Cuenta la tradición que esto obedece a que la imagen original se colocaba a los pies de las camas de los enfermos o de las tumbas con la vista inclinada al 'desamparado' que allí yacía para darle consuelo.
En la ofrenda a la 'maredeueta', como también es conocida esta virgen, también participaron vecinos de Sant Antoni y representantes de otras casas regionales.
Tras el acto litúrgico, llegó el momento de la última mascletà de las fiestas, preparación para el punto culminante de las fallas, la cremà, que empezó con cierto retraso tras la disparà de un castillo de fuegos artificiales, a semejanza de la Nit del Foc valenciana.