Costas acometió ayer el derribo de un muro de piedra en el acceso a la playa de Port des Torrent.

Costas acometió ayer el derribo de un muro de piedra en el acceso a la playa de Port des Torrent.

L. AversaEivissa07/04/11 0:00
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La Demarcación de Costas de Balears ha puesto 2012 como fecha límite para las demoliciones de piscinas y terrazas de la costa de ses Figueretes, que están afectadas por el proyecto de construcción del futuro paseo, al estar ubicadas en zona de dominio público.
El jefe de la Demarcación de Costas de Balears, Celestí Alomar, explicó ayer que el año próximo saldrá a licitación el proyecto de construcción del paseo, que se extenderá desde el hotel Los Molinos hasta Platja d'en Bossa, y que prevé «eliminar las piscinas que están concesión». En este sentido, indicó que algunas de las concesiones «están acabadas» y que otras «están en proceso de trámite administrativo» y se remitió al proyecto del paseo para más detalles sobre los establecimientos afectados.
En este sentido, cabe recordar que la propuesta de construcción del paseo afectará a la terraza, los jardines y la piscina del hotel Los Molinos y a la piscina del hotel Ebeso. También prevé el derribo de varios solariums y terrazas de diversos establecimientos turísticos de la zona y un total de 33 expropiaciones previstas costarán al erario público 714.614 euros.

Visita de obra
Alomar hizo estas declaraciones durante la visita que realizó ayer a la piscina del hotel Ibiza Playa, que está en proceso de demolición a cargo de la propiedad del establecimiento hotelero, que cumple así con la orden de demolición impuesta por Costas en 2004.
«Lo importante es que ahora está haciendo la demolición», destacó Alomar sobre los ochos años de retraso, motivados por el litigio entre propietarios y Costas en torno al derribo. Alomar recordó también que el caso de esta infraestructura es diferente a las otras piscinas de la zona, ya que aunque no está afectada por el paseo, su derribo está motivado por el objetivo de recuperar la zona de dominio público.
El jefe de la Demarcación de Costas se reunió ayer con Julià Verdera, el propietario del hotel, a quien quiso agradecer «su colaboración y su actitud ante de esta situación que a veces no es fácil». «Su comportamiento como ciudadano ha sido encomiable», destacó.
Por último, explicó que se prevé dejar un espigón en forma de T para evitar la erosión de la playa y destacó que Costas se hará cargo de la limpieza de los escombros, debido a que asumió este «compromiso con el Ayuntamiento de Eivissa para dejar la playa en buenas condiciones una vez acabe la demolición».