Carlos Pérez, coordinador de grupo del buque 'Grandeur of the Seas' de la compañía Royal Caribbean, cuenta que en el barco (con 279,2 metros de eslora y capacidad para 2.446 pasajeros) se suelen celebrar bodas, conferencias, convenciones empresariales y otras celebraciones curiosas. «Este barco se puede alquilar para eventos. Solemos celebrar muchas bodas en el Caribe; allí es bastante común casarse en un crucero. La fiesta más curiosa que hemos celebrado es una exclusivamente de música electrónica». Y sobre el precio de alquiler: «Mucho dinero», cuenta entre risas.

El crucero 'Grandeur of the Seas' atracó ayer por la mañana en el dique de es Botafoc de Eivissa con alrededor de 2.000 pasajeros y 750 personas de tripulación en la que fue su primera escala en la Isla. «En verano estamos en Europa, mientras que en invierno estamos en la zona del Caribe. Es la primera vez que hacemos escala en Eivissa; es una isla no tan grande como Mallorca, pero muy bonita. Estaremos en Mallorca, después iremos a Barcelona, Málaga, Gibraltar y Mallorca. La otra semana haremos Niza, Città Vechia, Palremo y Sicilia, por tanto, son dos rutas», explicó Espen Been, capitán del barco, antes de iniciar la visita guiada por los 11 pisos en los que además de bares y restaurantes temáticos hay un casino, un solarium central cerrado y con piscina climatizada, instalaciones para gente joven, piscina exterior, spa, gimnasio en el que se puede hacer hasta yoga y hasta un rocódromo en el que practicar escalada.

«En este barco hay de todo; es completamente una ciudad flotante. En el spa, por ejemplo, se hacen tratamientos de belleza. En este buque no, pero en otros se han hecho operaciones de estética porque hay hasta quirófano», explicó Carlos Pérez mientras señalaba con sus manos la parte pectoral de su anatomía refiriéndose a las operaciones de aumento de pecho.

Uno de los aspectos que más llama la atención son las grandes medidas de seguridad que existen en el barco, pues hay arcos de seguridad, vigilantes y cámaras 24 horas. «Los menores de 18 años no pueden estar fuera de cabina sin sus padres o algún adulto después de medianoche», puntualizó Pérez, quien señaló además que los adolescentes disponen de una zona de ocio con videconsolas y una discoteca, en la que no se sirve alcohol y no pueden entrar personas adultas, para niños y jóvenes de entre siete y 16 años.