Obreros durante los primeros trabajos de consolidación de los viales.

Desde la Corporación se mostró su «satisfacción» por esta medida «ya que esta estabilización permitirá, una vez realizada, la retirada de los escombros de los edificios afectados por aquellos desprendimientos».
Las obras está previsto que estén finalizadas en junio y tienen un coste de unos 1,5 millones, que serán aportados íntegramente por los propietarios afectados por los deslizamientos.
La posterior retirada de los escombros también correrá a cargo de los dueños de las viviendas y, en caso de negarse, «desde la administración municipal se iniciarían expedientes de ejecución subsidiaria, siempre con el coste final a cargo de los propietarios», concluyeron las mismas fuentes.