Indignados, desencantados o simplemente pasotas. Lo cierto es que los votos en blanco y los sufragios nulos registrados en estas elecciones sumados a la fuerte abstención que ha habido en las Pitiüses tuvieron un protagonismo importante el 22-M.
Si se comparan los datos de las dos elecciones insulares y autonómicas anteriores, las de 2003 y 2007, se observa un fuerte incremento de papeletas en blanco y de votos nulos tanto en los resultados al Parlament como al Consell. Así, en las urnas donde se votaba a la máxima institución insular se contabilizaron 1.401 votos en blanco frente a los 998 de hace cuatro años; mientras que los nulos crecieron más del doble y pasaron de 316 en 2007 a 669 este año.
En cuanto a los votos al Parlament, la diferencia todavía es mayor. En 2003 hubo 939 en blanco, 1.043 en en 2007 y 1.631 el domingo; es decir 700 votos más en en blanco que hace ocho años. Los nulos también han crecido y han pasado de 269 hace cuatro años a 752 en estas elecciones.