La lluvia caída ayer obligó a suspender todos los actos previstos al aire libre de las fiestas de Sant Ferran. | Guillermo Romaní

La gran cantidad de lluvia caída ayer no impidió que la festividad de Sant Ferran estuviera marcada por la gran afluencia de vecinos y que la iglesia del núcleo urbano de Sant Ferran de Ses Roques se quedara pequeña para la misa oficiada por el obispo de las Pitiüses, Vicente Juan Segura, y el párroco de Formentera, Miquel Àngel Riera.
Invitados italianos

Sin embargo, la procesión no pudo salir debido a que la lluvia corría el riesgo de estropear las imágenes de cristos, vírgenes y santos que residen en el templo, decidiéndose entonces reunir a todo el personal en el salón parroquial.

Allí se quedaron las imágenes sobre sus andas, viendo en primera fila como se desarrollaba el ball pagés a cargo de las collas locales de es Xacoters y es Pastorells, y la música de los italianos Gruppo Folk Lunamatrona de Sardenya.
Aunque lógicamente las dimensiones del escenario limitaron sus evoluciones, todos los presentes disfrutaron viendo otras costumbres y otros bailes, como el de los sardos, que se acompañaban únicamente de un acordeón y de los recios taconazos del bailarín jefe que marcaba la pauta.

La fiesta continuó con el programa de música para la integración que propicia la Obra Social de La Caixa, que trajo hasta Formentera al grupo Moya Kalongo, perteneciente al género afrobeat.

El fin de fiesta, si el tiempo lo permitía debía correr a cargo de un grupo de rock metal de Formentera, Insane, y el mítico grupo de rock & roll, Gatos Locos.