El fuego arrasó más de 1.500 hectáreas en el norte de la Isla. | Marco Torres

Los propietarios de las fincas forestales afectadas por el incendio de la sierra de Morna podrán cortar sin necesidad de autorización los pinos quemados por el fuego, informaron ayer fuentes de la Conselleria balear de Medi Ambient. «La tala de árboles muertos no se encuentra sujeta a autorización administrativa y, por lo tanto, los propietarios que asuman el coste de realizar este trabajo o que quieran vender la madera de los pinos quemados podrán hacerlo sin ninguna traba burocrática», recogía una nota de prensa difundida por el Govern.
La duda sobre si la limpieza de árboles calcinados podía constituir o no una infracción fue una de las cuestiones que más se plantearon en la reunión que, el miércoles por la noche, reunió a un centenar de afectados en el Ayuntamiento de Sant Joan, convocados por ese Consistorio y el de Santa Eulària.

Fajas de seguridad
Por otra parte, desde el Ejectutivo autonómico se recordó que los agentes de Medi Ambient continúan atendiendo sobre el terreno a los vecinos que piden permiso para crear fajas de defensa en torno a viviendas situadas en zona forestal. «Los agentes autorizan al propietario, de manera inmediata y automática, la tala de árboles y la creación de fajas de defensa de hasta 30 metros alrededor de viviendas aisladas situadas dentro del bosque y de 50 metros en torno a urbanizaciones anexas a terrenos forestales», resaltaron desde la conselleria.
La construcción de estos perímetros de defensa es una de las recomendaciones fundamentales que realiza el Govern y la falta de ellos uno de los problemas más graves con los que se han encontrado los medios de extinción.
Durante el pasado año, el Govern autorizó en la Isla con este fin la tala de 11.906 árboles forestales (la mayoría pinos), correspondientes a un total de 251 permisos.
Por municipios, los permisos de tala se distribuyeron así: dos en Vila (37 árboles), 54 en Sant Antoni (3.127 árboles), 52 en Sant Joan (3.475 árboles), 58 en Sant Josep (1.820 árboles) y 85 en Santa Eulària (3.447 árboles).

El GEN pide más información a los dueños sobre los perímetros de seguridad
El GEN hizo pública ayer una carta en la que reclamó a las autoridades que se dé más información a los propietarios «sobre la obligatoriedad (desde 2006), independientemente de la clasificación del suelo, de abrir una faja de prevención alrededor de als viviendas y del camino de acceso». Los ecologistas acusaron a algunas administraciones de «destinar su tiempo a generar desinformación y a repartir culpas», criticando, por ejemplo, «la imposibilidad de obtener autorizaciones para hacer una faja de protección contra incendios cuando la realidad es que este permiso se puede conseguir en uno o dos días».