José Ramón bauzá en el momento de posar la mano sobre la Biblia y jurar su cargo ante la mirada del ministro Gabilondo.

José Ramón Bauzá (Madrid, 1970) ya es el president de Balears tras jurar ayer su cargo en una sobria, pero concurrida (unas mil personas) ceremonia celebrada en La Lonja y que pone fin a la 'travesía del desierto' de cuatro años que su partido, el PP, inició en Balears cuando Jaume Matas no consiguió los apoyos suficientes para gobernar.
Bauzá, que dio a su partido la más abultada mayoría absoluta que el PP ha conseguido jamás en Balears (35 escaños de un Parlament de 59) explicó en su primer discurso como president que había llegado a la política desde el municipalismo y de forma casual. Afirmó que aplicaría a en su nueva responsabilidad institucional lo que aprendió en el municipalismo y dijo que «me gustaría ser algo así como el alcalde de Balears».

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Objetivo: no defraudar
Lo hizo en presencia del presencia del presidente nacional del Partido Popular, Mariano Rajoy, que antes le había puesto como ejemplo de la política y el estilo que él mismo aplicará si llega al presidir el Gobierno de España, y tras insistir una y otra vez que su principal preocupación iba a ser resolver los problemas de la ciudadanía y no defraudar a quienes le habían otorgado su confianza. «No tengo más intención que cumplir con nuestro programa electoral; no tengo ningún proyecto estrella bajo la chistera ni anuncios a bombo y platillo» aseguró haciendo gala de ser alguien previsible, una cualidad que enfatizó: «No habrá sorpresas porque nos las quiero».
El grueso de su discurso, que leyó en catalán, a excepción de una añadido que introdujo para aludir al ataque a las tropas españolas en Afganistan y otro para agradecer expresamente la presencia de Rajoy, fue muy parecido al que pronunció en el Parlament durante el debate de investidura. Insistió en su vocación de servicio en la necesidad de reformar la Administración y volvió a lanzar su oferta de pactos en economía, turismo y educación.
«No soy capaz de ver un futuro mejor sin una educación mejor, y aunque mi primera tarea es la de conseguir que haya más empleo y que la economía mejore de forma estructural, reconozco que una de las cosas que más satisfacción me daría al acabar esta etapa sería la de haber contribuido a crear un mejor sistema educativo», dijo ante el ministro del Gobierno central que asistió a su toma de posesión, precisamente el de Educación, Àngel Gabilondo.
«Vamos de dejarnos de palabras porque lo urgente es ponernos a trabajar para crear empleo», dijo en otro momento de su discurso, de unos quince minutos, y que también aprovechó para pedir (se supone que a los medios informativos) que «no busquen más titulares» sobre su alejamiento de «nuestra cultura, nuestra idiosincrasia o de nuestro compromiso con la cultura y nuestro territorio es total» y también quiso garantizar que los servicios sociosanitarios, tan necesarios en épocas como las que vivimos, estarán tan garantizados como si gobernase cualquier otro partido».

Quinto presidente
«Creo que hay otra forma de hacer política en la que lo que es accesorio sea simplemente accesorio y no el centro de todo porque muchas veces los políticos nos perdemos en tonterías y ponemos en el centro del debate lo que menos interesa a las personas», dijo el president que dedicó el final de su discurso a a «reiterar mi compromiso de servir a todos los ciudadanos de Balears con honradez y leatad» y a proclamar que «es hora de ponernos a trabajar»