El Juzgado de Paz de Formentera está saturado, pero no por requerimientos, desahucios u otros cuestiones menos amables de la vida, sino por la ingente cantidad de personas que piden información de qué hay que hacer para casarse en la Isla.
La secretaria del Juzgado reconocía ayer que «la mayor actividad y el mayor número de actuaciones que realizamos están en el proceso de registrar bodas». La prueba es que, a veces, pueden necesitarse más de media docena de llamadas telefónicas para poder hablar con el Juzgado de Paz; y a eso se suman las personas que se presentan directamente en las dependencias con la misma intención: casarse en Formentera.
En el Consell el trabajo es similar, y desde Secretaria informaban ayer de que el jueves se registraron cuatro enlaces de parejas de hecho y, ayer viernes, se celebraron cuatro bodas civiles, tres de ellas por la mañana.
Según la primera institución de la isla, en lo que va de mes de junio se han celebrado un total de diez bodas civiles y ya no hay prevista ninguna más hasta el próximo mes. Asimismo, informaron de que hay dos bodas previstas en julio, otras tantas en agosto y seis en septiembre.

Fuera de julio y agosto
Por su parte, el Juzgado de Paz hablaba de 14 bodas en junio y un mínimo de seis peticiones, que teniendo en cuenta los aproximadamente tres meses de tramitación, implicarían que se celebrarían a final de temporada, entre finales de septiembre y principios de octubre .
Y aunque las cifras son similares, las del Juzgado, donde se efectúa el Registro Civil, siempre son más altas que las del Consell de Formentera. Ello se explica porque hay personas que se casan directamente en el Juzgado de Paz, aparte de las que celebran su enlace en ceremonia religiosa que, en según qué fechas, parece ser que son las menos.
Y en el último apartado, el que no pasa por el Juzgado de Paz, es el de la pareja que ya se ha casado en Italia o donde sea y lo que hacen en Formentera no es más que una ceremonia simbólica, lo que se cree que realmente sucedió semanas atrás en s'Espalmador con el modelo Marc Vanderloo.
Otro dato curioso es que los contrayentes eligen Formentera para casarse y con buen tiempo, pero no en época de plena temporada estival, porque hace incluso demasiado calor, es difícil encontrar alojamiento para todos los que acudirán a la boda y el banquete también presenta problemas de espacio en determinados momentos. Porque peninsulares y extranjeros, especialmente los italianos, son los que más atraídos se sienten a celebrar sus nupcias en Formentera.