Vicent Serra tomó ayer posesión como presidente del Consell y anunció que su etapa en la institución estará fundamentada en «la austeridad». La primera medida que adoptará para ello será gobernar sin directores insulares y con la mitad de secretarios generales técnicos, lo que supone una reducción de 8 de estos cargos respecto al gobierno de Tarrés. «Confiaremos en el personal del propio Consell», remarcó Serra, que avanzó que con estas medidas ahorrarán un millón y medio de euros en cuatro años. Posteriormente irán reduciendo cargos de confianza de forma progresiva. De hecho, considera que ha sido criticado «antes de tiempo» por tener once consellers, dos más que los que tenía Tarrés en su útlima etapa. De hecho, el nuevo presidente remarca que serán el Consell de Balears con menos personal político. A partir de ahora, y ya desde dentro de la institución, verán si pueden eliminar algún cargo más de consorcios o empresas públicas.
Vicent Serra, que dijo que serán un gobierno «honesto y que sabrá escuchar», justificó estas medidas porque la crisis económica «no solo afecta a las familias, sino también a las instituciones» y se mostró confiado en que con «mucho trabajo y una buena gestión» se podrá superar. También se comprometió a encargar una auditoría a los propios servicios técnicos de la institución para priorizar los proyectos de su programa electoral y trabajarán para que se cumpla «estrictamente la legalidad» en el pago a los proveedores para «contribuir al mantenimiento del tejido empresarial de Eivissa».
Para todo ello, Serra reconoció que es consciente de que el Govern tendrá que cumplir con sus pagos, pero también se tendrá que revisar la actual financiación «debido al aumento de los servicios y las competencias».

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Turismo
El presidente del Consell destacó también en su discurso que cuando la situación económica lo permita, se les traspasen las competencias en promoción turística, tal y como estipula el Estatut y prometió ser «muy reivindicativo» con ello. Asimismo, recordó que ahora mismo el turismo ya no solo pide «sol y playa», sino oferta complementaria para ser competitivos como turismo náutico, de golf, de congresos, de actos deportivos, agroturismo, senderismo, cicloturismo o cruceros.
El presidente anunció también en su discurso que «dará contenido» al Consell d'Alcaldes, órgano creado por Tarrés que mantendrá, «recuperando el diálogo institucional con los ayuntamientos».
Serra anunció que la política social será otra de sus prioridades, «como ha sido siempre en los gobiernos de centro-derecha en Eivissa», como también lo será la educación, «con el desarrollo progresivo de nuevas instalaciones universitarias». Apuesta por una educación de calidad y que traslade a los jóvenes el «legado cultural e histórico» e impulsarán las actividades de deporte, ocio y tiempo libre, además de modernizar explotaciones agrarias y ganaderas y el fomento de los productos locales.
Se comprometió a mejorar las conexiones aéreas y marítimas en temporada baja, continuar con la construcción del nuevo hospital, incluyendo la radioterapia y reconvertir el viejo Can Misses en sociosanitario. «Queremos que los ciudadanos puedan tener los servicios en sus casas, evitando en la medida de los posible los desplazamientos de pacientes», añadió.
Prometió gestionar con «seriedad y eficacia, por encima de ideologías y solo con un interés general, que es el de Eivissa y su gente», de la mano de un gobierno «técnico y profesional».

Pide un pacto por el territorio y hará un plan forestal para evitar incendios
Serra pidió un compromiso a los partidos para llegar a un pacto por el territorio y evitar la inseguridad jurídica urbanística. «Sé que es un objetivo difícil, pero espero que no imposible», añadió Serra, que cree que aunque haya muchas cosas que les separan, les une que «todos amamos Eivissa». Como punto de partida quiere tener el Plan Territorial (PTI) que aprobó el PP en 2005 con la legislación parlamentaria que lo complementaba, ésta última derogada por los progresistas. Recordó que en los últimos 16 años ha habido cuatro cambios de gobierno y de tendencia política, lo que ha provocado inseguridad jurídica y «la huida de quien quería invertir en la isla».
Asimismo, se refirió al incendio de Sant Joan y se comprometió a conservar los bosques con un plan de gestión forestal que combine «medidas preventivas con aprovechamiento racional del medio». «Un payés me dijo: 'Antes se vivía dentro del bosque, se hacía fuego cada día, había forns de calç, se hacía carbón y nunca pasó nada'. Por tanto, algo debemos estar haciendo mal», añadió Serra, que cree que los bosques no se deben dejar crecer sin criterio ni impedir caminos anchos.