Para Rafa Nadal, no hay nada mejor para recuperarse de la pérdida de la primera posición del ránking de los mejores tenistas del mundo y de la pérdida de la final de Wimblendon, que relajarse navegando por el mar pitiüso en compañía de sus mejores amigos.

Tras pasar por su Mallorca natal, el tenista optó por Eivissa y Formentera para disfrutar de la noche, pues acudió a la cena espectáculo del Lío, y por el día, donde se relajó nadando, haciendo snorkel, merendando e incluso marcandóse unos pasos de baile con sus amigos.

Eso sí, sin su novia Xisca con la que comparte seis años de amor y que durante tiempo parecía haber sido su talismán para ganar competiciones deportivas, pero la final de Wimblendon 2011 no pudo ser, aunque para muchos sigue siendo el número uno.