Un agente de la Policía Local denuncia a los coches aparcados en la carretera de acceso a Benirràs.

El incremento de los controles en Benirràs a causa del incendio del verano pasado se saldó este domingo con 51 coches denunciados por la Policía Local y quince multas interpuestas por la Guardia Civil por estupefacientes. La fiesta de los tambores sigue atrayendo a cientos y cientos de personas, y la falta de espacio para la gran cantidad de vehículos que congrega sigue convirtiendo la zona en un caos circulatorio que este verano el Ayuntamiento de Sant Joan intenta regular con actuaciones policiales, que ya han levantado las crítica de los músicos que animan las famosas puestas de sol.

Según el portavoz de los tambores, Salvatore Murgia, el sistema de sanciones que está llevando a cabo el Consistorio «no sirve al turismo». «Han pintado unas cuantas líneas blancas para cien coches y, a partir de ahí, todo el que aparca fuera lo multan o la grúa se lleva su coche. Toda la gente se está quejando», denunció el músico, quien criticó que este invierno no se haya planificado «un sistema de aforo para tener la cala disponible».

«Pero se han lavado las manos, hicieron un pequeño aparcamiento y todo el que se queda fuera está penalizado. Hay muchas formas de regularlo, pero no se están esforzando para hacerlo. Lo han hecho aposta para que todo el que se quede fuera del aparcamiento esté infringiendo la ley de tráfico», agregó el músico, quien indicó que en julio la puesta de sol en Benirràs puede llegar a congregar unas cuatro mil personas, y en agosto, pueden alcanzar las siete mil.

Por último, Murgia destacó que a la «indignación» de la gente por las denuncias por aparcamiento indebido se suman los gritos de «fuera, fuera» que recibe la Guardia Civil que vigila la playa. «Toda la gente de Eivissa manda el turismo para Benirràs y cuando llegan ven este espectáculo», agregó.

«Por seguridad»

Por su parte, desde el Ayuntamiento de Sant Joan negaron que estas actuaciones se realicen por afán recaudatorio y explicaron que se llevan a cabo «para guardar el orden en concentraciones de gente y preocuparnos por su seguridad».

En este sentido, fuentes municipales explicaron que este año se ha habilitado un espacio de parking regulado y asfaltado para 150 plazas, y 300 metros en la calzada para aparcamientos en batería.

Asimismo, indicaron que en el cruce de Sant Miquel hay terrenos privados en los que también se puede aparcar.

Sin embargo, explicaron que se denuncian aquellos vehículos que se dejan en la calzada, porque «es una vía de doble sentido e impiden el tráfico correcto y fluido». Además, informaron que la grúa solo retira vehículos «cuando esa ocupación es tan exagerada que impide directamente que fluya el tráfico».

Por su parte, el concejal José Manuel Marí insistió en que «lo que se pretende con estos controles es preocuparse por la seguridad». Asimismo, indicó que estas actuaciones se hacen en todo el municipio y durante toda la semana, aunque se incrementan los domingos en Benirràs «por la aglomeración de gente que acude a esta fiesta específica».

Así, el pasado domingo, la zona estuvo regulada por dos patrullas de la Policía Local, compuestas por dos efectivos cada una, una patrulla de la Guardia Civil de Sant Antoni y un Guardia Civil de Sant Joan.

El Consistorio recuerda que la fiesta se hace sin permisos

Desde Sant Joan indicaron que la fiesta de los tambores «es una concentración que se hace sin permisos» aunque explicaron que no se detiene «porque hay una cierta tradición». Sin embargo, afirmaron que sí regularán todo lo que la rodea como «la venta ambulante, el parking y el menudeo». Por su parte, Murgia indicó que no prohiben los tambores «porque si lo quitan no hacen negocio».