El aparcamiento privado de Cala Bassa.

El pionero fue el aparcamiento de ses Salines, hace poco se sumaron Cala Bassa y Cala Vedella, y ya hay proyectos presentados para Es Cavallet y Platges de Comte. Los aparcamientos de pago se multiplican en las playas de Sant Josep en los terrenos de titularidad privada, aledaños a la costa.

Según explica la concejala de Playas de Sant Josep, María Àngeles Mostazo, son iniciativas que el Consistorio ve con buenos ojos porque aporta «seguridad y servicios». «Son recintos controlados y todo está adecentado con material no agresivo. Puedes dejar todo el día el coche en un parking que está vigilado. Incluso en Cala Bassa, después te invitan a una consumición», destacó.

Según indicó la edil, aunque en Cala Bassa y Cala Vedella ya se cobra por aparcar, sus propietarios aún «no tienen la licencia de actividad». Aún así, justificó esta situación porque «llevan más de dos años con el trámite y en la administración va todo muy lento».

Asimismo, en los casos de Platges de Comte y es Cavallet, los proyectos van más atrasados.

El primero, Platges de Comte, porque es una zona calificada como Àrea Natural de Especial Interés (ANEI), y necesita una tramitación ambiental más complicada. Y el segundo, es Cavallet, previsto para 105 plazas, porque ha tenido que solicitar la declaración de interés general en el Consell debido a que el solar (ubicado detrás de la Escollera) está en un ámbito LIC y ZEPA y en un Àrea de Alto Nivel de Protección (AANP), además de en servidumbre de Costas.

Por último, Mostazo explicó que no pueden regular los precios (que oscilan entre tres y cinco euros) porque son terrenos de titularidad privada.