Uno de cada cuatro turistas no se aloja en establecimientos legales durante su estancia en las Pitiüses. Según datos aproximados ofrecidos por la Federación Hotelera de Eivissa y Formentera (FEHIF), se calcula que en 2010 fueron 500.000 los turistas hospedados en algún tipo de vivienda ilegal.
«Durante la temporada estival del año pasado, Eivissa y Formentera recibieron 2.100.000 turistas de los que, teniendo en cuenta la ocupación y las rotaciones, calculamos que 1.600.000 se hospedaron en la oferta turística legal y el resto se alojaron en algún tipo de establecimiento fuera de la normativa establecida», explica Juanjo Riera, presidente de la federación.
Las zonas con más presencia de este tipo de vivienda ilegal son Platja d'en Bossa, es Viver, ses Figueretes y Sant Antoni. «Nunca habíamos tenido tanta competencia ilegal. Se trata de edificios enteros, casas, chalets o apartamentos destinados a uso residencial que, al no venderse, se amueblan y se les da un uso turístico por semanas o días al margen a la hacienda pública e incumpliendo toda la normativa», comenta Riera.
Este tipo de viviendas aparece fácilmente en una búsqueda por internet, en agencias con sus propios locales, en anuncios de prensa y demás medios de comunicación. «En este tipo de publicaciones la inspección turística puede encontrar infractores. El Consell d'Eivissa, por su parte, cuenta con tan solo cinco inspectores de turismo, lo que es un número muy bajo», comenta el presidente de la Federación Hotelera.
Entre los asociados de la FEHIF se preguntan porqué se inspecciona tanto la oferta legal y se presta tan poca atención a la ilegal: «Es muy cómodo inspeccionar que la oferta turística legal cumpla las normas, pero lo que hay que hacer es inspeccionar a los que no tienen licencia para ejercer esta actividad. Hay un verdadero entramado de propietarios y personas que se dedican en verano al alquiler de viviendas fuera de cualquier normativa establecida», concluye Riera.