Si hay marcha y si hay ganas, las fiestas se hacen cortas y esto es lo que les pareció a todos los que acudieron a la flower power de Sant Jaume que terminó poco después de las cuatro de la madrugada.

Y es que aunque la gente estaba avisada muchos llegaron a Sant Francesc pasadas las dos y media como si tuvieran aún toda la noche por delante. Y eso que la consigna de terminar a las cuatro era clara para evitar los excesos de años anteriores en que a las seis de la mañana la plaza seguía abarrotada de personas celebrando un botellón, escuchando música con sus 'loros' o con gente dormida en bancos o en el suelo cuando llegaba la brigada de limpieza.

En el fondo nadie debería quejarse porque poco después de las nueve de la noche empezaba la flower power infantil y juvenil a la que acudieron muchos jóvenes con las camisetas, abalorios o maquillajes que se habían hecho en los talleres del Casal de Joves.

En ella, los más pequeños se entregaron con ganas y alegría mientras que padres e hijos bailaban juntos al ritmo de una banda sonora en la que había desde K.C. & The Sunshine Band hasta Fifht Dimension.
Para los mayores

Sin embargo, la fiesta grande se jugaba en otra división y eso comenzó poco después de las once de la noche.

Abrió el fuego DJ Gunther que con su primera canción, San Francisco de Scott Mckenzie, ya dio claras pistas de que la cosa iba en serio. Siguió con los Beach Boys y de inmediato hizo mover el esqueleto al numeroso público con My Generation de Who, On the road again, la magnífica Love like a man de Ten Years After o el mítico tema Born to be wild de la banda sonora de la película Easy Rider.

Tras ello y con un repertorio que no iba más allá de 1970 ó 1971 fue el turno para Janis Joplin, The Doors, Creedence Clearwater Revival, Rolling Stones, Deep Purple, Led Zeppelín, Tommy Roe, o Jimmy Hendrix, del que DJ Gunther es un fanático, como demostraba que llevaba incluso una camiseta alusiva.

Tras él fue el turno para DJ Javi Box que impuso más rock y más ritmo impidiendo que los asistentes estuvieran quietos ni un instante. Así los temas de los Rolling Stones, los Beatles, o Venus de Shocking Blue se fueron sucediendo como una pantalla sonora que envolvía al público.

También ayudó que mientras sonaba la música, sobre la fachada de la iglesia y de la Sala d'Exposicions de l'Ajuntament Vell se proyectaban imágenes psicodélicas o que unas pompas surgidas de algunas farolas bailaran sobre las cabezas del público.

Finalmente el colofón a la fiesta lo puso el carismático DJ Pharma, que es, sin que ello sea un demérito, el que menos se ajusta a lo que podría ser la época hippy.

Sin embargo, con él la historia es otra, ya que él mismo es personaje y artista y le va un poco de todo, sobre todo el funky, con devoción por algunas canciones de Village People como Ymca o In the navy y de Boney M como Daddy cool.