La finca donde se ubicará el equipamieno es actualmente un campo de naranjos. | Marco Torres

La construcción del tan reclamado y anunciado nuevo campo de fútbol de Santa Gertrudis va, actualmente, a contrarreloj. Santa Eulària corre el riesgo de perder la financiación de medio millón de euros que aportará el Consell y, para evitarlo, debe iniciar los trabajos antes de final de año.

Sin embargo, no es solo el tiempo de tramitación, adjudicación e inicio de las obras lo que hace peligrar la subvención del proyecto. En estos cinco meses de plazo que quedan hasta 2012, el Consistorio tiene que tener también aprobada de forma definitiva la revisión de sus Normas Subsidiarias por parte de la máxima institución insular. Este documento permite la recalificación de los terrenos rústicos donde se ubicará el campo, lo que hará posible y legal su construcción.

En vistas de este panorama, el Ayuntamiento de Santa Eulària ha decidido empezar «a acortar plazos» con la reciente aprobación del pliego de condiciones para la licitación del proyecto. Un pliego que inició ayer su exposición pública y que prevé un presupuesto para el campo de 1.337.833,80 de euros y ocho meses para la ejecución del proyecto.

En dos fases

El pliego detalla que el proyecto se financiará en dos fases, una prevista para este año, que asciende a 503.443,92 euros, importe que corresponde al a financiación del Consell a través del Plan Insular de Obras y Servicios (PIOS). En este sentido, un portavoz municipal manifestó ayer que al Consistorio «le interesa bastante conseguir el dinero», no solo por esta primera aportación en riesgo, sino porque además, para la segunda fase que costará 834.389,88 euros, «también se quiere optar a la financiación de los PIOS».

En cuanto al proyecto, es el mismo que se viene anunciando desde que en 2008 se celebró el concurso de ideas y el campo se localizó definitivamente en una finca privada de 15.000 m2 con calificación de suelo rústico, ubicada junto a la piscina municipal. El proyecto también incluye la construcción de una pista polideportiva y de dos pistas de tenis.

La obtención de este suelo supuso la creación de una unidad de compensación que permite al propietario del terreno la construcción de viviendas en 4.313 m2 del actual campo que ya tiene la calificación de urbano y que es suelo público.

Las críticas

Cabe recordar que esta operación no estuvo exenta de polémica en su momento cuando algunos vecinos se quejaron de que se privatizará un terreno público para darlo a un particular. Asimismo, la oposición de PSOE-ExC de la anterior legislatura criticó que el proyecto no cumplía las bases del concurso de ideas, que indicaba que el campo se debía ubicar en una finca pública y no privada. Sin embargo, el alcalde Vicent Marí contraatacó entonces recordando que fue la propuesta más votada por los vecinos, y que su cometido era obedecer a esta voluntad popular.

Por otra parte, la nueva instalación también tiene el agregado de las críticas de los usuarios del actual campo, que piden que se renueve el césped debido que este emplazamiento ha dejado de ser un lugar digno para que entrenen los jóvenes del club local.

Aún así, el Consistorio prefiere construir el nuevo campo, cuya tramitación acaba de empezar y ya está bajo presión.

Confianza municipal en que las normas se aprobarán a tiempo

El Consistorio espera que las Normas Subsidiarias se aprueben a tiempo para construir la nueva instalación. En este sentido, Vicent Marí no ha escondido en alguna ocasión su confianza en que así sea, aún más, cuando el actual conseller de Territori es Mariano Juan, que antes era concejal de Urbanismo del Consistorio y que, por lo tanto, conoce en profundidad el documento.