La modelo Natalia Vodianova fue una de las sorpresas de la noche. En la imagen está con Carlos Martorell, organizador de la fiesta.

La primera, primerísima invitada en llegar a la Flower Power Vip organizada por Carlos Martorell en la discoteca Pacha fue la presentadora Luján Argüelles, que al comprobar que había llegado algo pronto decidió esperar a que los rostros conocidos fueran apareciendo.

Pasada la media noche, fotógrafos, cámara de televisión y redactores de diferentes medios de comunicación guardaban su puesto en el photocall para no perder detalle. En la puerta, Carlos Martorell para dar la bienvenida a sus 500 invitados y acercarse al sitio de los fotógrafos para anunciar quién aparecería segundos después por la puerta de entrada. «Las hermanas Hilton», dijo a media voz Martorell. Segundos después unas pletóricas hippies Paris y Nicky Hilton aparecían sonriendo y haciendo el gesto de paz con los dedos ante los medios gráficos, que enloquecieron con la presencia de las hermanas.

Después de esta primera gran aparición fue momento de ver entrar a la fiesta a la condesa de Ribes, Giorgio Aresu, la presentadora italiana Simona Ventura, Javier Hidalgo con su pareja, Caritina Goyanes (que habló de la boda de su hermana Carla) con su marido Antonio Martos Fonsi Nieto y la embarazadísima Alba Carrillo.

Casi una hora después llegó el momento más sorprendente: la cotizadísima modelo Natalia Vodianova saludó a Martorell y muy amable posó unos minutos para los fotógrafos. Ella, sin duda, fue la sensación de la noche, pues se trataba de su primera aparición pública en la Isla. Otra de las caras que más expectación e interés despertó fue Eugenia Martínez de Irujo que tras posar en el photocall intentó entrar a la fiesta rodeada completamente por los fotógrafos. A ella se sumó el interés suscitado por la aparición de Blanca Cuesta y Borja Thyssen, que lucieron el atuendo más hippie de la fiesta. El momento más divertido tuvo lugar con la aparición de José Corbacho con un pelucón afro y Arturo Valls con una cresta. Y cuando parecía que todo había acabado, Carlos Martorell informó que aún faltaba una de las imprescindibles en el estío ibicenco: Ana Obregón que llegaba de cenar en el restaurante club cabaret Lío, que muy amablemente contestó y opinó sobre la novia que se ha echado su hijo Alessandro.

Una vez concluido el photocall, los 500 invitados pasaron a un privado de la discoteca donde bailaron y disfrutaron de la música y el ambiente durante toda la fiesta.