El inicio del curso escolar está previsto para el próximo 12 de septiembre, sin embargo, los niños del colegio Es Pratet de Eivissa todavía no pueden asegurar que sus padres los vayan a llevar al centro ese día. El motivo es la irritación que existe en la Asociación de Padres y Madres (Apima) del colegio al ver que las consabidas y previstas obras de ampliación de los barracones se están realizando, un año más, a contrarreloj y todo apunta a que el próximo 12 de septiembre todavía habrá cables y material de obra en el patio escolar.
«Estamos molestos porque no entendemos el por qué tenemos que llegar siempre al último momento para hacer todas las cosas con prisas y sin saber si para el día del inicio del curso estará acabado», explicó el vicepresidente de la Apima del centro, Josep Riera.
En un colegio prefabricado como es el caso de Es Pratet, está incluido dentro del proyecto que cada año se tendrán que montar nuevos módulos para los niños que comiencen. En concreto, en es Pratet comienzan 50 nuevos niños con lo que son necesarios dos barracones, añadió Riera quien a la vez lamentó que, esta necesaria ampliación anual va disminuyendo los espacios comunes existentes para el uso y disfrute de los niños que tienen que asistir a la progresiva reducción de su patio escolar.
Para el vicepresidente de la Apima, «una fecha adecuada para comenzar a montar las aulas prefabricadas hubiera sido el 5 o el 10 de agosto, pero es que han empezado el 24. Ahora mismo están con las bases sobre las que irán los módulos, van muy justos de tiempo».
Según Riera, la dirección del centro está muy preocupada ante la posibilidad de que el día 12 no pueda arrancar el curso en es Pratet. «Creo que se está presionando al centro para que comience el día previsto, pero hay bastante incertidumbre con la fecha del final de las obras».
En cualquier caso, una cosa tienen clara los padres de es Pratet, «pese a toda la presión que pueda recibir el centro, si la obra no está terminada, el curso no comenzará. Eso por supuesto. Si no está todo en condiciones, los padres no llevaremos a nuestros hijos al colegio el día doce de septiembre», señaló Riera.

«Estamos perplejos ante las palabras del conseller»

Desde la Apima del colegio Es Pratet se mostraron realmente confusos ante la demora en la construcción del nuevo centro. Josep Riera confesó haberse quedado «perplejo» al leer las declaraciones del conseller, Rafael Bosch, en las que por un lado aseguraba que no había dinero para construir el colegio de es Pratet y por otro que está aún a la espera de escoger un solar donde ubicar el centro.
Según Riera, las instituciones las prometieron que en dos años tendrían un colegio, y ya van por el tercero. Por otro lado, en noviembre de 2010 la entonces concejala de Vila, Irantzu Fernández, les aseguró que el solar (junto a sa Jovería) estaba puesto a disposición de la Conselleria de Educació e incluso se habían realizado los estudios topográficos del terreno.
Riera explicó que los padres son capaces de comprender la situación actual de crisis económica y por tanto la falta de recursos económicos. Sin embargo, le solicitó a los políticos que fueran más claros en sus palabras. Riera consideró que nuestros políticos «deben de luchar en Palma por conseguir lo que es nuestro».

«Los barracones no tienen nada que ver con el proyecto educativo»

El vicepresidente de la Apima de es Pratet, Josep Riera, quiso distinguir el concepto negativo asociado a la palabra barracón o aula prefabricada de la gran satisfacción que siente la mayoría de los padres de los alumnos del centro con la calidad del proyecto educativo que allí se lleva a cabo.
«Estamos muy contentos con el equipo docente de Es Pratet, con sus profesoras y con la directora, con quien existe una relación muy fluida, y éste es el único aspecto que compensa el malestar y la incertidumbre que sentimos por las instalaciones del centro», expresó Riera quien no descartó tomar medidas de presión en las próximas fechas para que se les escuche.
Sin embargo, Riera dijo que comprenden que el nuevo equipo de gobierno acaba de llegar al poder, con lo que esperarán un tiempo prudencial para que aborden el tema y comiencen a tomar decisiones para solucionar el asunto.