La creación anunciada por el presidente del Govern, José Ramón Bauzá, de una Delegación de la administración autonómica en Formentera, sentó muy mal en el Consell de Formentera, que lo conoció por la prensa, y fue motivo de enfrentamientos parlamentarios. Ayer nuevamente dejó claro que los puntos de vista son totalmente opuestos. Además, pese a los esfuerzos mostrados a lo largo de una comparecencia de prensa de casi media hora, los semblantes de ambos políticos era un fiel reflejo de la tensión existente.
«El que quiera encontrar en la creación de una Delegación del Govern en Formentera un ámbito político -dijo Bauzá-, es porque piensa en política y nosotros no estamos pensando en política, adquirimos un compromiso con los ciudadanos ya que formaba parte de nuestro programa electoral, y si hubiéramos tenido la responsabilidad de gobernar en el Consell de Formentera, también la hubiéramos hecho, no es una cuestión de condicionamientos políticos ni establecer aquí una delegación paralela, cada uno tiene sus competencias, atribuciones y sus responsabilidades, lo que queremos hacer es lo que prometimos que haríamos mejorar los servicios tanto de la corporación local que es el Consell, como de la institución autonómica que es el Govern, y de lo que se trata es de encontrar una colaboración mutua, coherente, que lo permita».
El presidente del Govern señaló que no hay fecha ni persona prevista para ocupar la delegación ya que afirmó «lo que hemos hecho es iniciar el trámite para su creación».

Innecesaria
Por su parte el presidente del Consell, Jaume Ferrer, señaló que aunque Bauzá cree necesaria la creación de esa figura no estaba de acuerdo con ella.
Para Jaume Ferrer, el hecho de que no se consultara con Formentera es el punto de partida para «no estar de acuerdo en esta manera de trabajar, ni tampoco estamos de acuerdo en el hecho de que una Delegación del Govern supone un gasto que entendemos se podría evitar colaborando ambas instituciones, habida cuenta de que el Consell tiene una infraestructura de funcionamiento que con muy poc más podría dar el servicio que el Govern propone ahora y que también el Consell quiere dar». Según Jaume Ferrer «el resultado es que todos queremos dotar de más servicios a Formentera pero no nos ponemos de acuerdo con las formas teniendo en cuenta cómo se creó el Consell de Formentera en base a otra institución que era el Ayuntamiento de Formentera, aunándolas de manera que se minimizaron los costes y no se despilfarraron los dineros públicos».

«Emplear el dinero para cuestiones mucho más importantes»
Para el presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, el dinero destinado para esta Delegacioón, dotarla de mobiliario y personal, aparte del sueldo del delegado, que tendría categoría de director general, «se podrían destinar esas partidas a cuestiones mucho más importantes como el mantenimiento del polideportivo que está cerrado por falta justamente de la partida que garantice su mantenimiento» y que en teoría debe aportar el Govern que de momento ha dejado la cuestión en el aire. Desde el primer día que se hizo público el hecho de que el Govern crearía una Delegación en Formentera fue interpretado desde el Consell de la pitiusa enor como consecuencia de que en esta Isla no gobierna el Partido Popular, a diferencia de lo ocurre en el resto del archipiélago.