Las calles de Eivissa ya lucen iluminadas. | Marco Torres

Ahora sí. Aunque faltan 22 días para la llegada del día de Navidad ya se puede decir que la ciudad de Eivissa está de fiesta. Y todo gracias a una niña, de nombre Suina, que ayer fue la encargada de encender todo el alumbrado navideño de la urbe junto a la alcaldesa Marienna Sánchez-Jáuregui.

Fue el primer encendido que vivió la alcaldesa desde que fuera elegida en el pasado mes de mayo y lo hizo con un fuerte constipado que le impidió acudir a la inauguración del Belén municipal en la Iglesia de Sant Elm.

Aún así, Sánchez-Jáuregui tuvo tiempo en el paseo de Vara de Rey para recordar que estamos ante momentos «de alegría y emoción, animados por los mas pequeños en los que tenemos que mirar a nuestro alrededor, compartir y colaborar».

En este sentido, la regidora de Vila también volvió a recordar el esfuerzo económico que ha hecho su equipo de gobierno «para ajustar el presupuesto en estas fiestas aunque sin escatimar, ni un poco, en ilusión».

Material reciclado

Además, Sánchez-Jáuregui destacó que Eivissa es «una ciudad respetuosa con el medio ambiente y por eso se ha embellecido el árbol con estrellas realizadas con material reciclado».

Esto también se manifiesta en el concurso en el que han participado los alumnos de los colegios del municipio construyendo árboles con material usado y que han vencido los alumnos de 3º y 4º de Primaria de Sa Real porque, como aseguraban ante sus orgullosos padres, «nosotros somos los únicos que no hemos comprado nada para hacerlo» .

Tras el discurso de la alcaldesa, el turno fue para el Coro Infantil de Can Ventosa que interpretó villancicos tradicionales ante un paseo poblado de niños de todas las edades. Después muchos de ellos acudieron con sus familias a visitar todo lo instalado en el Paseo de Vara de Rey de cara a las Navidades.

Como suele ser tradicional no faltan los puestos de todo tipo. Así en la carpa ocupan el espacio los que ofrecen decoración navideña como árboles o figuras del Belén con los solidarios como los de Deforsam, Ibiza 4 Patas o la ONG Dignidad que ofrece artículos de Mozambique. De entre ellos dos de los que más éxito tuvieron ayer son el común de la Fundación Vicente Ferrer, Deixalles o Alternancia, que ofrecen productos de comercio justo de la India y África, y el puesto en el que María Dolores y Olga, dos voluntarias de Cáritas, daban la oportunidad de probar pastas caseras de las monjas, orelletes, robiols de manzana, empanada de carne y todo tipo de bizcochos.

Y mientras, en los alrededores de la carpa los cerca de treinta puestos de artesanía en los que se ofrecen pulseras, collares y decoración artesanal conviven con los de sobrasada, bebidas y tómbolas de todo tipo. Hay que celebrar que ya estamos en Navidad.