La antigua casa de peones camineros de Sant Josep finalmente no será utilizada como albergue juvenil. El nuevo equipo de gobierno josepí considera que es peligroso que los jóvenes dispongan de esta instalación debido a que está ubicada junto a la carretera. Por ello, desde el Consistorio informan que se están buscando «soluciones» que, previsiblemente, se reflejarán en los nuevos presupuestos de la institución.
Sa Casilla, como se conoce a este antiguo edificio, fue rehabilitada por el anterior gobierno municipal de PSOE-Pacte que tenía como objetivo convertirla en una casa de colonias y en un espacio sociocultural para la juventud. Para el anterior equipo de gobierno, que estuviera cerca de la carretera no representaba ningún problema, ya que, según apuntaban, todas las actividades se realizarían en la parte posterior de la casa. Sin embargo, para PP y Nov-A no es una ubicación segura para los jóvenes, por lo que ahora decidirán el nuevo futuro de esta instalación.
Sin terminar
La obra de rehabilitación costó 306.050 euros y se financió con los fondos del Plan E para 2010. Finalizó el pasado mes de agosto, aunque la infraestructura aún no se ha puesto en marcha porque todavía quedan instalaciones por concluir, como es el caso de la cocina, según informaron ayer desde Sant Josep. Por ello, el Consistorio aún no tiene recepcionada la obra.
Esta antigua casa, cuya construcción promovió el Ministerio de Fomento en 1905, sirvió de hospedaje a los peones camineros que se ocupaban del mantenimiento de la carretera a principios del siglo pasado.
Con el traspaso de competencias, el Ministerio entregó la infraestructura al Consell como Bien Patrimonial, y a su vez, éste cedió al Consistorio el inmueble por un periodo de 30 años.

‘Agustinet’: «Creo que es una exageración»

Al portavoz de la oposición, Josep Marí Ribas Agustinet no le parece bien «que se transforme la idea inicial», por la que se había conseguido «la financiación y el proyecto» cuando era alcalde de la institución. «Es verdad que está cerca de la carretera, pero no me parece un argumento de peso porque también hay escuelas cerca de carreteras», destacó Agustinet, que considera que sa Casilla «tiene amplísimo margen de posibilidades como albergue para grupos de deportistas o excursionistas sino que se quiere destinar a niños». «Creo que es una exageración cambiar el uso», concluyó.