La directora general de Comunicación del Govern Antich, Gina Garcías, testificó ayer en el juicio de forma demoledora contra el redactor de los discursos de Matas, Antonio Alemany. La declaración de la testigo se centró sobre todo en el pago de 12.000 euros al acusado para elaborar una serie de publirreportajes para prensa deportiva nacional. Estos trabajos no constan en ningún sitio y las acusaciones interpretan que fueron un pago directo a Alemany ordenado por Matas.

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Garcías certificó que los trabajos no aparecen por ningún sitio. A esto se une que el procedimiento habitual en estos casos es contratar con el medio la publicación del reportaje antes: «No tiene sentido pagar a un periodista sin tener la garantía de que se vaya a publicar», afirmó. Más clara fue a la hora de hablar del precio pagado. Según manifestó el dinero recibido por Alemany era suficiente (a precios de mercado) para elaborar unos cuarenta reportajes a unos 300 euros cada uno, cuando Alemany afirma que fueron cuatro. El fiscal Juan Carrau puso de manifiesto que entre la aprobación del gasto y el pago sólo pasaron 72 horas: «Es difícil elaborar tantos reportajes en un día», apuntó Garcías. La defensa de Alemany intentó cuestionar el testimonio de Garcías recordando que había sido nombrada por el Pacte.


La declaración de la ex directora general de Comunicación también sirvió al fiscal para interrogar sobre las subvenciones a medios de comunicación. La próxima semana gran parte de los testigos citados declararán sobre cómo justificaba la empresa de Alemany lo 272.000 euros que cobró de la administracíón pública por este concepto.