El que con toda probabilidad será el candidato del sector crítico para dirigir el PSOE ibicenco, Pedro Campillo, aseguró ayer que siguen teniendo la mayoría de apoyos pese a que la votación en el congresillo del sábado fue muy ajustada y solo ganaron por tres votos a los renovadores.

«Cada congreso tiene sus delegados y nosotros sabíamos que para elegir a los de Sevilla les llevábamos cuatro de ventaja, pero nos falló uno», indicó Campillo, que aseguró que el panorama para el congreso insular es diferente y a día de hoy ya cuentan con la mayoría de delegados, por lo que están «tranquilos». De todas formas, reiteró que su intención y la de su grupo es «integrar a todo el mundo y acabar con los sectores y los apellidos». El exconcejal de Vila no quiere «crear polémica», pero dice que muchos renovadores «hace años que tienen cargo público». «Internamente la gente sabe quiénes son por mucho que se pongan una nueva etiqueta», indicó en referencia a que los renovadores son oficialistas que han renunciado «a las cabezas oficiales».

«Tenemos esperanza»

La portavoz de los renovadores, Silvia Limones, no opina igual y cree que la «mayoría de apoyos» la tienen ellos pese a que está «muy ajustado». «Estamos trabajando para integrar el máximo de gente de todos los sectores», indicó Limones, que cree que hay que «dejar atrás las historias personales que tanto daño han hecho al partido». «Pensamos que podemos tener la mayoría, tenemos toda la esperanza, apostamos por renovar el partido y poner personas al frente que no tengan malentendidos personales», añadió. Aún no tienen un líder claro, aunque aseguran que será un equipo de «gente joven para recuperar la credibilidad».

En el congresillo del sábado que debía elegir a los delegados para el congreso federal que se decantará por Rubalcaba o Chacón, los renovadores presentaron a la propia Limones y a Albert Marí, por lo que muchos piensan que ambos podrían ser una pieza clave en la candidatura insular.

Por otro lado, los delegados que irán al congreso federal, los críticos José Manuel Bar y Dessiré Ruiz, aseguraron ayer que no harán público a quién apoyarán, si a Chacón o Rubalcaba, ya que decidirán su voto después de escuchar a los candidatos durante el mismo congreso y en función de lo que ofrezcan «para España y para Eivissa». También consideraron «insólito y pintoresco» que los renovadores les pidieran en el congresillo decantarse por uno u otro. «Se quería alterar y forzar el orden del día», lamentó Bar, que aseguró que se les «violentó». «El voto es individual y secreto», recordó el exdiputado, que cree que las críticas que ha vertido la diputada Sofía Hernanz al respecto demuestran «una concepción de la democracia interna peregrina y completamente extravagante». «Entiendo que se quejen porque han quedado en posición minoritaria», añadió Bar, que indicó que podría ser que tanto él como Dessiré Ruiz apostaran por diferentes candidatos. También negó que él sea más de Rubalcaba y Ruiz más de Chacón.

Silvia Limones cree que «no se violentó a nadie» y que las quejas vinieron porque solo se pudo expresar Bar por ser presidente de la mesa y no se le dio la oportunidad al sector renovador. «Nosotros dijimos que íbamos a apoyar a Rubalcaba porque es el sentir mayoritario del partido en Eivissa», añadió.

Las palabras de Hernanz en facebook criticando que los delegados no se pronunciaran provocaron numerosos comentarios. La exdiputada Maria Torres se mostró de acuerdo con ella y apoyó a Rubalcaba, mientras que el socialista de Santa Eulària Alan Ripoll defendió a Bar y apostó personalmente por Rubalcaba. El exdiputado Josep Maria Costa vio en los críticos «tics estalinistas» y «sectarismo» y Patricia Abascal lamentó que haya gente que «no va de frente», además de apostar por Rubalcaba.

‘Agustinet' no quiere jugar un «papel fundamental»

El exalcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas, Agustinet, que en principio sonaba como posible candidato del sector oficialista, dijo ayer que sigue «con cierta distancia» el proceso precongresual. «No es que lo haya descartado completamente, pero entre la moción de censura y algunas cosas en lo personal no me veo con fuerzas para jugar un papel fundamental», indicó Marí, que aseguró que seguirá en el partido y le preocupa lo que puede pasar. «No me considero amortizado, pero ahora no tengo fuerzas», añadió el exalcalde, que aseguró que no es imprescindible y que en Sant Josep hay «mucha gente preparada y con ganas».

Ahora el sector renovador, al que apoyan los antiguos oficialistas, busca un posible líder. Entre los nombres que más suenan están los de Vicent Torres y Albert Marí.