El ministro Alberto Ruiz-Gallardón ha planteado una serie de reformas, algunas de las cuales son muy polémicas.

«Forzoso es hablarle al vulgo en necio para darle gusto». La frase es de Lope de Vega y resume bastante bien el parecer de cuatro abogados penalistas de Eivissa a los que este diario ha consultado acerca de los cambios que el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, pretende llevar a cabo. Entre estos cambios destacan la Ley del Menor y la prisión permanente revisable, una idea que se aproxima al concepto de cadena perpetua.
La delegada en Eivissa del Colegio de Abogados de Balears, Cristina Tur, señaló: «Lo de la cadena perpetua me parece una barbaridad, pero en cuanto a lo demás prefiero no pronunciarme porque aún no conozco bien el contenido de las reformas».
Por su parte, Ascensión Joaniquet señaló que hay muchos aspectos de las reformas que no conoce y, por tanto, no puede comentar, pero sí dijo que «no le parece bien «que se legisle o se modifiquen las leyes en función de la casuística, de un suceso puntual». «Es una reforma muy profunda y es necesario analizarla bien y no actuar por el triste suceso de Marta del Castillo, no hay que legislar en función de la casuística del día y día», añadió. «En cualquier caso lo de la cadena perpetua me parece una barbaridad», zanjó.
El letrado Vicente Máñez no se mostró «ni de acuerdo ni en desacuerdo, pero la cadena perpetua va contra el carácter de reinserción que marca la Constitución, por tanto, si así lo quieren que la cambien».
En cualquier caso, valoró el abogado, «legislar a golpe de informe de periódico me parece una locura y no responde a nada, es únicamente legislar para satisfacer al vulgo y darle gusto».
Su compañero Juan María Ormazábal señaló que en lo único que está en desacuerdo es en que «en los casos en los que se ha detenido a un grupo formado por mayores y menores de edad es adecuado que haya unos hechos probados únicos y se haga un solo enjuiciamiento, es decir, que se sienten juntos en el banquillo, pero me opongo a que se endurezca la Ley del Menor». Sobre la cadena perpetua señaló: «Hemos aguantado 40 años para conseguir un Estado de Derecho. Estamos en un país de garantías y no hay que cargárselo para no volver a los tiempos de Franco, a no ser que queramos volver a un estado autoritario».