El Govern prevé reanudar dentro de quince días las obras del colegio de sa Bodega que llevan casi un año paralizadas. Es el plazo aproximado anunciado ayer por la Conselleria balear d’Educació después de que el Institut d’Infraestructures i Serveis Educatius i Culturals (Ibisec) y la constructora del colegio, Vías y Construcciones, llegaran al acuerdo económico necesario para retomar los trabajos.
Tras meses de negociación, el acuerdo fija el incremento del coste del proyecto en 250.000 euros, que se sumarán al presupuesto inicial de 2,7 millones. Es lo que cuesta el modificado del proyecto, motivado por la aparición de restos arqueológicos en este solar de la calle Murcia. Los mismos se conservarán y se incorporarán al diseño del colegio, tal y como solicitó la Comisión insular de patrimonio histórico artístico (Ciotupha).
Ahora, según apuntan desde Educació, «resta que el órgano de contratación, el Ayuntamiento de Eivissa, convoque a la empresa para fijar definitivamente los precios que habrán de regir el proyecto modificado y estipular las condiciones y plazos para el reinicio de las obras».
Esto significa, según la concejala de Educación de Vila, Pilar Marí, que los técnicos municipales, de la empresa y el Govern «se tendrán que reunir lo antes posible, seguramente la próxima semana, para programar la reanudación de las obras». Según Marí, también quedan por hacer «trámites administrativos que se pueden agilizar con buena voluntad de todas las partes», como son la redacción por parte del Govern «de la adenda económica al convenio». «Y en cuanto se firme, el Ayuntamiento ya podrá contratar el proyecto modificado», detalló la edil, que indicó que son trámites que no tienen por qué retrasar el inicio de las obras.
La concejala calificó el acuerdo entre empresa y Govern de «muy buena noticia» porque la construcción de este colegio «supone la ampliación del número de plazas que hace muchísima falta, la mejora de la escolarización de los alumnos de sa Bodega» y porque «los comerciantes y vecinos del barrio también se vieron perjudicados por este retraso».

Casi un año paralizado y otro más para terminarlo

La primera piedra de sa Bodega se puso en enero de 2011 y a los dos meses aparecieron restos arqueológicos de diferentes épocas. Desde entonces, hace casi diez meses, las obras están paralizadas a la espera de la modificación del proyecto para incluir los hallazgos así como del acuerdo económico para reanudar la construcción. Ahora, el Govern balear prevé que el colegio se pueda terminar en un plazo de doce meses, es decir, a principios de 2013.
Las modificaciones del proyecto han supuesto una revisión del sistema de cimentación que afecta necesariamente a la distribución de la planta baja del edificio contemplando incluso un cambio en la entrada de la puerta del centro. También se contemplaba la visualización de algunos de los restos arqueológicos hallados, entre los que destaca un hipocausto de una villa de época romana.