La clase de alemán, que empieza repasando el vocabulario y con música clásica de fondo. | Marco Torres

Carol Delcourt es profesora de inglés y español, tiene 31 años y lleva dos años en paro. Por ello decidió en octubre del año pasado solicitar plaza en el curso de alemán subvencionado por el SOIB para personas que se encuentran en situación de desempleo. «Decidí apuntarme para aprender un idioma más y así ver si sale algo», explicaba ayer esta alumna en la clase que imparte de lunes a viernes desde el 25 de enero y hasta el 28 de marzo la profesora Marcela Friederichs, que siempre empieza sus sesiones con repaso de vocabulario y música clásica de fondo.

Los cursos de Alemán e Inglés siempre son los más solicitados, pues recibieron 94 y 231 peticiones de ingreso que finalmente se quedaron en 15 alumnos tras superar una primera prueba de lengua española y una pequeña prueba de evaluación del idioma en cuestión a las que, una vez superada, había que sumar una entrevista personal. Este año, debido al alto nivel de desempleo y a los recortes en cursos que ha habido, se ha incrementado el número de solicitudes para los cursos que sí que se han impartido. En este sentido, muchas de las quejas de los alumnos tienen que ver con cursos que había el año pasado y este año no se imparten por falta de recursos. «Yo quería apuntarme al de técnico de transporte sanitario y este año no lo han convocado», explicó uno de los alumnos que finalmente ingresó en inglés.

Formación laboral

«Hay más solicitudes en general porque la gente que está en paro necesita formarse, aprender idiomas y en estos cursos se les enseña a enfrentarse a situaciones diarias que pueden encontrar en una recepción, en una agencia de viajes o simplemente para dar una dirección por la calle», aseguró Margaret Howard, una de las profesoras de Inglés de este curso del SOIB.

A la queja del recorte de cursos se suma que éstos han empezado tarde: «Las solicitudes se hacen en octubre y noviembre. Ha sido en enero cuando han empezado los cursos y acabarán el 28 de marzo, que se nos junta casi con el inicio de la temporada turística», explica Francisco García, de 37 años y en paro desde octubre. Así, tanto en inglés como en alemán se cursan 200 horas repartidas en cuatro diarias.

Dada la complicada situación laboral y viendo que el panorama tardará en mejorar hay quien se plantea buscar su futuro profesional fuera del país, salida para la que el inglés es muy útil: «Llevo en paro desde noviembre. He trabajado en comercios y en hostelería. Estoy apuntada a Alemán en la CAEB. Me planteo ir a algún país latinoamericano emergente, como Brasil, para buscar trabajo porque aquí parece que no va a mejorar la situación», aseguró Lourdes Mayol, de 26 años.