Durante la procesión del Viernes Santo de Vila se agolpan muchos curiosos y vecinos para ver cada uno de los pasos

La procesión del Viernes Santo del año pasado marcó un antes y un después en la Semana Santa de Eivissa. Y es que fueron muchas las voces críticas que se alzaron sobre el desarrollo excesivamente lento de esta marcha en la que todos los años participan las seis cofradías de Vila.

Por eso y con el fin de que esto no se vuelva a repetir, tres de ellas, Nuestra Señora de la Piedad, Nuestra Señora de los Dolores y el Santísimo Cristo del Cementerio, han redactado unos estatutos para formar una Junta Coordinadora de Cofradías de Eivissa. «Nos empezamos a reunir a principios de octubre para trabajar en ello, y basándonos en estatutos de algunas de Andalucía y Extremadura, hemos intentado establecer una serie de normas para mejorar nuestra Semana Santa», aseguraba ayer Juan Antonio Serra, presidente de Nuestra Señora de los Dolores.

Junta general extraordinaria

Ahora, estos estatutos tienen que ser aprobados el próximo jueves 16 de febrero en una junta general extraordinaria que se celebrará en las aulas de Can Ventosa y a la que están llamados todos los cofrades de las hermandades firmantes, ya que de momento, las otras tres, Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, Santo Cristo de la Agonía y Santo Cristo Yacente, no se han unido a la iniciativa.

Según los dos presidentes, la idea es que esta junta ayude a mejorar el funcionamiento del Viernes Santo en Eivissa. «Sabemos que es muy difícil ir rápido, porque cada vez son más los cofrades que participan y más las imágenes que salen, pero por el bien de todos hay que intentar coordinar un horario para que una hermandad no tenga que estar esperando mucho tiempo en un lugar mientras otra hace parones cada cien metros», afirmaba Serra, todo un veterano con 42 años de experiencia en salir con ‘La Dolorosa’.

No en vano se calcula que durante el día grande de la Semana Santa de Vila pueden llegar a desfilar más de 1.600 personas entre cofrades, músicos y acompañantes. Por eso, Cardona aseguraba que «es necesario que haya unas normas de obligado cumplimiento entre los miembros de la Junta para que durante el Viernes Santo todos rememos en el mismo barco, ya que luego, cada cofradía tiene su día para hacer un poco lo que quiera».

Lo que parece que tiene una solución algo más difícil es otra de las polémicas de la Semana Santa de Vila: la del silencio durante el recorrido. En este sentido cada uno se defiende como puede, ya que mientras Sebastián Cardona, aseguraba que «los del Santísimo Cristo del Cementerio, siempre vamos en el más absoluto silencio», Juan Antonio Serra afirmaba que «en ocasiones, entre el ruido de la calle y de la banda, es imposible que las personas que portan las imágenes oigan al capataz con lo que es necesario que se den algunas órdenes». Eso entre las cofradías, porque el asunto de que la gente se calle al paso de las imágenes es un tema de difícil solución.