El candidato del sector crítico a dirigir la Federación Socialista d'Eivissa (FSE), Pedro Campillo, hizo ayer su presentación oficial como candidato en el local de los sindicatos, un lugar con «gran contenido simbólico» por la «clara vocación sindical» del partido.

Campillo criticó a la actual dirección del PSOE ibicenco. «Creo que solo quien lidera con humildad consigue que sus seguidores lo hagan con orgullo. Y, al contrario, quien dirige con prepotencia solo consigue servilismo», sentenció el candidato, que recordó que entró en el PSOE pegando carteles y siempre ha defendido «valores socialistas». Aseguró tener «experiencia, valores, ilusión y energía» y no ve lo mismo en su oponente, Vicent Torres. «No le voy a hacer ninguna crítica personal, porque es un compañero y no es mi rival, ni siquiera voy a criticar su inexperiencia. Podría ser un valor en el futuro y por eso le he ofrecido sumarse a nuestro proyecto», añadió Campillo, que lo que critica es la «concepción patrimonialista que tienen algunos del partido». «Viendo su entorno y apoyos le va a resultar difícil volar con tanto plomo en las alas», dijo el crítico que cree que no hay «renovación» en su propuesta. Por eso, Campillo sí prometió renovar el partido, abrirlo y «volver a la calle», así como defender lo público, el medio ambiente y el patrimonio.

Antes de la presentación, el crítico aseguró que cuenta con la mayoría de apoyos. Recordó que no tiene aspiraciones para ser candidato al Consell y remarcó que cuando se tenga que elegir se pensará en la «mejor persona». «Puede ser cualquier militante o Vicent o yo», añadió Campillo, que no tiene decidido a quién apoyará en el congreso del PSIB porque primero quiere escuchar las propuestas.

El candidato del sector renovador, Vicent Torres, presentó ayer los 20 avales que tiene para el congreso, «el máximo» que se pueden aportar, y aseguró que por las sensaciones que tiene tras las reuniones con los delegados y militantes entiende que puede ganar el congreso. De hecho, considera que durante este tiempo ha conseguido convencer a delegados de los críticos, aunque recordó que el voto es secreto. Uno de los socialistas que le apoya, Paco Chamizo, recordó que a veces los delegados no se deciden «hasta el último momento», pero remarcó que el ambiente es «positivo» y hay «deseos de renovación y cambio». Torres indicó también que son «esponjas» para absorber todas las propuestas «nuevas» que les hacen los militantes para mejorar el programa y «volver a gobernar».

No se quiso pronunciar sobre los problemas laborales del trabajador del la FSE Carlos Salinas y consideró que son temas «internos». Recordó que es su secretario general en Santa Eulària y que le merece «todo su respeto». Asimismo, mostró su confianza en que salga quien salga elegido, arreglará este tema. Tampoco cree que los críticos hayan sacado este tema como forma de quitarle a Torres apoyos en la agrupación de Santa Eulària.

Por otro lado, Torres mostró su apoyo a Francina Armengol en el congreso del PSIB porque «reúne la suficiente experiencia» y puede «dar un impulso» al partido.