Una escuela de Mozambique organizada por la ONG Dignidad, que depende en gran medida del Fons Pitiús de Cooperació. | Redacción Digital
Los recortes de las administraciones están afectando a muchos de los proyectos que desde hace años vienen desarrollando las organizaciones no gubernamentales de la Isla y otras asociaciones de carácter altruista. El recorte más grave, sin duda, es el ejecutado por el Ayuntamiento de Vila contra el Fons Pitiús de Cooperació, que ha pasado de 220.000 euros anuales a 10.000, lo que en la práctica se traduce en la posible cancelación de proyectos que esta organización lleva a cabo en varios países.
«Lo que vamos a hacer es, tal y como se indica en nuestras bases, intentar que se sigan desarrollando los proyectos que ya estaban en marcha, es decir, los que ya se están ejecutando», explicó la directora del Fons, Fina Darder, que explicó que en 2011 contaron con un presupuesto de 890.000 euros provenientes en un 98% de subvenciones públicas. De ese dinero, «hemos cobrado 140.000 euros, por lo que aún no hemos podido pagar los proyectos de 2011». Para este año, tras el gran recorte del Ayuntamiento de Vila, calculan que contarán con un presupuesto de unos 500.000 euros.
Fina Darder destacó que «no todas las instituciones han recortado». «El Govern balear, por ejemplo, sólo nos ha reducido en un 14%, lo que teniendo en cuenta cómo están las cosas se puede entender, porque es un pequeño porcentaje y, por lo tanto, hay que reconocer el esfuerzo».
El Fons Pitiús intentará mantener los proyectos que está financiando en Mozambique, campamentos del Sáhara, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Guatemala, Perú, Colombia, Ecuador, Bolivia y el estado indio de Andra Pradesh, donde lo hace a través de la Fundación Vicente Ferrer.
Otras administraciones
La ONG Dignidad depende en gran medida del Fons Pitiús de Cooperació. «El Fons es nuestro principal financiador y los recortes que han hecho el Ayuntamiento de Eivissa y el Govern balear nos afectan mucho», lamentó Ricardo del Árbol. «También dependemos de otras administraciones, como el Ayuntamiento de Ciudad Real y la Diputación de Albacete, que nos han cortado los fondos, así que la situación es de verdadera angustia», señaló. Ricardo del Árbol acaba de llegar de Mozambique, donde ha enfermado de malaria y participa en proyectos de desarrollo que ahora sospecha que no podrán seguir adelante. «Se trata de escuelas, principalmente, proyectos largos que están en serio peligro de no poder seguir adelante, porque tenemos profesores en Mozambique a los que no hemos podido pagar, y también proyectos de salud que en tres o cuatro meses vamos a tener que cancelar», explicó. «Teníamos varias personas contratadas que se han ido al paro y que ahora son voluntarios; yo soy uno de ellos, volví a ser contratado para ir a Mozambique, pero ahora regreso al paro», señaló. Del Árbol calificó la actitud del Ayuntamiento de Eivissa de «auténtica vergüenza». «Hemos pedido una cita con la alcaldesa [Marienna Sánchez Jáuregui] y nos ignoran», criticó.
Para este cooperante «muchos políticos que nunca han creído en las ayudas al desarrollo están aprovechando la crisis para eliminar de un plumazo las ayudas y, sin embargo, la mayoría de la gente no piensa así, sino que creen que la cooperación y la solidaridad son parte de nuestra responsabilidad».
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