Imagen de archivo de niños y niñas de Rusia que han sido adoptados por familias de Balears. | Julián Aguirre

El endurecimiento de las condiciones en los países de origen de los menores ha ocasionando un descenso del número de adopciones internacionales en el último año. El número de expedientes abiertos para solicitud de adopción internacional fue de 11 en 2011 frente a los 19 de 2010; 13 en 2009; 10 en 2008, y 17 en 2007. «Primero se tiende a una normalización porque los primeros años de la adopción de España han sido fuera de lo común, con un ‘boom’ de la adopción internacional, en el entorno europeo y un segundo motivo es que China ha puesto otros criterios y los tiempos de espera son más largos ya que el 80% de los expedientes eran de China», explicó Lurdes Juan, responsable del Servicio de Menores del Consell d’Eivissa.
Juan descarta que la crisis económica esté relacionado con el descenso de las adopciones internacionales pese a que el proceso es costoso. «En 2008 cuando empezó la crisis había diez expedientes, bajaron siete respecto al año anterior; en 2009 también bajaron pero en 2010 volvieron a subir».
No obstante, sí que se ha detectado un aumento de la adopción nacional. «Hay familias que sólo hacen solicitudes de adopción nacional porque no pueden afrontar una internacional. Antes era normal que las familias que hacían solicitudes de adopción internacional abrían nacional pero ahora hay casos que sólo abren nacional», explicó.
Rusia es el país con mayor número de peticiones de adopción internacional. De hecho, de los nueve menores procedentes de adopción internacional en 2011, cuatro eran de Rusia y le sigue Etiopía con dos menores. Los tres menores restantes procedían de China, Vietnam e India. De China llegan los expedientes antiguos», explicó Lourdes Juan. Esto se debe a que Ruisa es prácticamente la única vía abierta, con un tiempo de espera inferior a los tres años.
En 2010 llegaron dos menores de China y en 2009, seis niños de los que tres eran de Etiopía y el resto de Rusia, China y Kazajstan. En 2008, sin embargo, llegaron 13 niños procedentes de Rusia (4 menores); China (3), Nepal (2), Perú, Ucrania, República Dominicana y Ucrania. En 2007, llegaron 16 niños de adopción internacional a Eivissa y Formentera.
Una vez formalizada la adopción internacional, el proceso no acaba ya que hay un seguimiento del niño. No obstante, el Consell no tiene programas de postadopción. «Todas las demandas de información y asesoramiento en todas las etapas del ciclo vital del niño y la familia se atienden», añadió.
En algunas comunidades como el caso de Catalunya se han endurecido las condiciones por el abandono de niños adoptados, una circunstancia que no se ha dado en Eivissa pero Juan reconoce que «hay algunos casos, muy minoritarios, de algún desajuste».
Por otra parte, hay que señalar que las adopciones nacionales apenas cuestan dinero –tan sólo lo que puedan suponer algunos trámites o papeleos necesarios–, pero la espera es larga, de entre 6 y 8 años para los menores de hasta tres años.

PERFIL
Aumentan las peticiones de adopción en solitario
El perfil de las parejas adoptantes es muy variado aunque se ha detectado un aumento de casos monoparentales. De los expedientes abiertos en 2011 de adopción internacional, la mitad son de monoparentales. Sin embargo en 2010, de los 19 expedientes cinco eran monoparentales. La mayoría de las peticiones de los casos es para niños menores de tres años, seguidos del tramo entre tres y seis años.

POSTADOPCIÖN
Seguimiento de los casos tras las adopciones internacionales

El Convenio de La Haya y la legislación española establece que haya un seguimiento de los menores tras la adopción internacional. «Cada país exige una determinada periodicidad y un modelo. Hay países que contemplan que sea hasta los 18 años y otros los primeros tres años. Hay de todo, pero siempre se hace un seguimiento», explica la coordinadora del Servicio de Menores del Consell, Lurdes Juan.


NACIONAL
Sólo un acogimiento preadoptivo en 2011
La adopción nacional sigue estando rezagada. En 2011 se realizó sólo un acogimiento preadoptivo formalizado y no hubo ninguna notición de resolución judicial. En las adopciones nacionales, los servicios de menores, como el del Consell, sólo puede formalizar los acogimientos preadoptivos, es decir asiognar un niño a una familia para comprobar cómo funciona la integración pero en un año, aproximadamente, ha de ser validada por el juzgado.