Massimo Cosimi había trabajado durante diez años en un banco de Roma. Decidió cambiar de vida, se formó en restauración y llegó a Sant Josep donde abrió su propio restaurante, hosteria Saltaleone. «Estaba cansado de ser dependiente laboralmente y pensé que era el momento de lanzarse a la aventura empresarial», explica este italiano de La Toscana.

Neus Tur y Begoña Marín, por su parte, son dos amigas y compañeras de trabajo desde hace diez años que, hace aproximadamente ocho, decidieron montar un negocio propio de fisioterapia especializada en estética. «Pero en ese momento, hace ocho años, no pudimos empezar nada porque estaba todo muy caro. Finalmente conseguimos abrir Fisab en Sant Jordi el año pasado», explica Neus. También fue el año pasado cuando Alberto Miguel y sus dos socios consiguieron abrir el hotel rural es Trull de Can Palau, en elmunicipio de Vila.

Financiación

¿Qué tienen en común estos tres emprendedores? La financiación de la sociedad de garantía recíproca ISBA, una línea de financiación que puso en marcha el Govern en noviembre del año pasado dentro de la Ley del Emprendedor y mediante la cual 23 nuevas empresas han podido abrir en Eivissa.

Estos tres jóvenes empresarios coinciden en afirmar que los trámites administrativos realizados con el ISBA se caracterizaron por ser «rápidos y sencillos», todo lo contrario que en el caso del acceso a la financiación tradicional bancaria. «Acudimos al ISBA porque veíamos que tener un préstamo en el banco era imposible. Teníamos todos nuestros bienes hipotecados, por lo que la única opción era el aval del ISBA», explica Alberto Miguel, que consiguió un crédito de 80.000 euros a través del ISBA para elhotel rural. En este sentido, esta sociedad de garantía recíproca actúa como aval de pequeños y medianos empresarios ante el banco. Para montar su centro de fisioterapia, Neus y Begoña, que también contaron con la ayuda de Joves Empresaris, pidieron 74.000 euros con los que cubrieron la reforma del local y la compra de todo el material de fisioterapia. En el caso de Massimo Cosimi, para llevar adelante su negocio de restauración contó con un crédito de 65.000 euros más otra parte de capital personal.

Massimo, Neus y Alberto aseguran que hasta ver abierto sus negocios ha habido mucho camino y muchas dificultades. «Ahora es el momento de comprar y abrir negocios porque es barato», puntualiza Cossimi. Neus, por su parte, aconseja tener las cosas muy claras: «Hay que tener una idea de negocio muy concreta y, sobre todo, lo que cuesta. Para ello es útil hacer un plan financiero lo más realista posible». Aunque siempre es necesaria una buena dosis de prudencia: «Tienes que estar seguro de lo que quieres hacer y tener paciencia».