El grupo municipal PSOE-Pacte en el Ayuntamiento de Eivissa calculó ayer que en el primer año de gobierno de Marienna Sánchez-Jáuregui la «parálisis» de los proyectos iniciados en la anterior legislatura supone cinco millones de euros en pérdidas en infraestructuras. «Estamos en un momento en el que podríamos haber perdido alrededor de cinco millones de euros en infraestructuras por esta no voluntad de gestionar proyectos que ya estaban en marcha», señaló el concejal Marc Costa en referencia a proyectos como la peatonalización de Vara de Rey, las obras de sa Peixateria, las obras de Sa Bodega, la estación de autobuses del Cetis o la situación de los juzgados.

Para Costa, las paralizaciones de proyectos «esconden la incapacidad de gestionar oportunidades y proyectos». En esta misma línea aseguró que por cada vivienda de protección oficial que se ha dejado de hacer «se han perdido tres empleos directos sólo en construcción» en alusión a las viviendas de protección oficial de Can Cantó y Vuit d’Agost. «No se han sabido adjudicar las viviendas que se habían dejado construidas o construyéndose; en un año no se han sabido firmar los contratos de can cantó. Sumando Can Cantó y la paralización de las 25 viviendas del paseo marítimo que tenían financiación asegurada se han perdido 1,5 millones de euros». En cuanto al proyecto de la Peixateria, Costa aseguró que se han perdido 2,8 millones de euros.

«Falta de reivindicación»

«Justo se cumple un año desde que Sánchez-Jáuregui tomara posesión de la alcaldía de Vila y podemos decir que ha sido un año de desgobierno», explicó ayer Lurdes Costa, portavoz del PSOE-Pacte en el Ayuntamiento de Eivissa.

Según Costa, la ciudad «está totalmente paralizada» y aseguró que «reciben» de la ciudadanía y «muchos colectivos y asociaciones» la misma opinión. A la parálisis que según PSOE-Pacte vive Vila se debe sumar la subida de impuestos. En palabras de la portavoz de la oposición: «Los ciudadanos pagan más impuestos, pero reciben menos servicios y los que mantienen los pagan más caro».

Aseguró, además, que el consistorio está «perdiendo eficiencia» y «no funciona correctamente», al tiempo que denunció la «nula reivindicación» de la alcaldesa frente a las demás instituciones, por ejemplo, «en el tema de los PIOS; no he visto que nadie se queje y los pida». Además, la portavoz aseguró que se trata de un «equipo de gobierno de privilegios», pues explicó que los 11 concejales «cuestan más caro a los ciudadanos que los 12 que había antes». Recriminó, además, las actitudes «poco democráticas y transparentes» en referencia a lo que les «cuesta» obtener los documentos que solicitan, como las alegaciones del plan hidrológico para ses Feixes.