Carmen Cárcel junto al miembro de la junta directiva Alfonso Ortiz, ayer en la sede del local | M.G.

Las fiestas del barrio de es Pratet en Eivissa volvieron a celebrarse hace tres años gracias a la asociación de vecinos de la zona. A día de hoy, las celebraciones que comienzan hoy, gozan de una salud envidiable a pesar de la crisis.

—¿Cómo se presentan las fiestas de este año?
—Pues espero que mejor que las del año pasado. En esta edición hemos tenido que reducir dos días por la crisis, pero es igual porque lo vamos a pasar fenomenal. Va a ver un ambiente bárbaro y vamos a disfrutar muchísimo.

—La gran novedad es que este año se condensa todo en dos días, ¿no?
—Exactamente, pero tenemos actividades para todos. Las actuaciones comienzan hoy a las 20,30 horas con la academia de baile Paso a Paso y después tendremos ballet, música, la tradicional actuación de Fuentes y su acordeón, el baile de los niños y las niñas del barrio, que se lo están trabajando muchísimo y con gran ilusión, un concierto de música clásica y una fiesta de los años 70 y 80. Además, hoy a las doce de la noche habrá una sorpresa para celebrar la llegada de San Fermín.

—¿Los participantes son gente del barrio?
—Hay de todo un poco, pero la mayoría sí. Por ejemplo, el Grupo La Kalle, que actúan hoy y además presentan las fiestas, los miembros de la Academia o el chico que hará la exhibición de perros adiestrados del sábado son de aquí. Otros, como Fuentes y su acordeón no son de aquí, pero todo el mundo lo conoce y es casi de la familia.

—¿Y cómo han hecho para cuadrar tantas actividades en dos días?
—La verdad que ajustando mucho los horarios y desgraciadamente teniendo que reducir algunas cosas. Me sabe muy mal pero hemos tenido que decir a gente que el año pasado colaboró que no podíamos contar con ellos. Pero saben que para el año que viene o en Navidades seguro que tienen un hueco.

—Entonces, ¿se ha notado la crisis?
—Claro que sí. Hemos tenido que reducir muchísimo el presupuesto y es que antes había muchos patrocinadores que ahora debido a la crisis no pueden ayudar. Afortunadamente, gracias a las aportaciones de los socios, que son de siete euros al año, y con lo que hemos obtenido de actividades logramos que las fiestas se celebren.

—¿Y cómo sobreviven?
—Pues haciendo muchas cuentas. Actualmente para una asociación de vecinos sobrevivir es un casi un milagro. Es un trabajo que no se conoce si no se está dentro.

—Pero a pesar de todo han conseguido sacar adelante las fiestas...
—Por supuesto, porque el barrio sin las fiestas no sería lo mismo. Ten en cuenta que cualquier tipo de celebración, y más si son las del lugar en el que se vive, es el mejor remedio contra la crisis. Además nosotros luchamos todo el año para que haya un momento en el que nos podamos olvidar de tantas malas noticias junto a los vecinos con los que compartimos nuestro día a día.

—Además, esto es algo que se ha perdido en las grandes ciudades, ¿no?
—La verdad que sí. Hemos conseguido recuperarlas hace tres años después de que se perdieran tras haber sido de las más bonitas de Eivissa. Y esperemos que dentro de veinte años hagamos un reportaje conmemorando el veinte aniversario de las fiestas de Es Pratet.