Cala d’Aubarca, muy cerca d’ els Amunts es una de las zonas que más gusta al alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí.

La Isla es un lugar único para encontrar pequeños rincones que te permiten encontrar en cada momento lo que más necesitas. Elegir alguno de estos lugares por encima de los demás es difícil, pero hay dos zonas que me gustan especialmente y a las que suelo ir con cierta asiduidad siempre que quiero tener unos momentos de tranquilidad o disfrutar de parajes que mantienen todavía su naturaleza rural y la esencia de Santa Eulària.
Soy aficionado al senderismo y el invierno es el momento para descubrir o redescubrir algunos caminos y sendas perdidas de Eivissa y disfrutar de las montañas. Y para eso todas las montañas de Morna, els Amunts de Sant Carles y el Forn des Saig son perfectos. Todavía son parajes en los que uno puede disfrutar de la tranquilidad y de la belleza de las antiguas feixes de cultivo, los torrentes boscosos y las extraordinarias vistas. Tras los incendios del año pasado, la zona de Morna ha perdido parte de su belleza, pero la visión misma de las laderas cubiertas de árboles calcinados no deja de ser algo importante sobre lo que reflexionar.
Mientras, en el verano sigo prefiriendo los lugares poco concurridos y las zonas en las que puedes disfrutar tranquilamente. Con el calor y las abundantes jornadas de calma, disfrutar del mar es lo que más apetece. Sea desde la orilla o, cuando se presenta la ocasión, desde el mar, existe una zona de costa que se mantiene todavía casi virgen y en la que uno puede disfrutar de la familia y de los amigos sin ruido ni aglomeraciones. Es la zona de s’Illot de s’Or, entre Pou des Lleó i es Figueral. Allí resulta fácil desconectar. Y para quienes practiquen el buceo, es un lugar muy recomendable, con unas aguas cristalinas y unos fondos riquísimos en flora y fauna.