Phlegm, en plena tarea montado en una grúa elevadora durante el pasado fin de semana.

Nacido en el norte de Gales, pero con su residencia fijada en Sheffield (Inglaterra), Phlegm se está convirtiendo a pasos agigantados en una referencia en el mundo del arte urbano desde que hace seis años sus murales comenzaran a aparecer en la ciudad en la que vive. Desde hace unos días ha podido vérsele sobre una grúa elevadora en la calle Menéndez Pidal de Sant Antoni, frente al parque de la Plaça d’en Coixet, pintando en la pared lateral de Apartamentos Casita Blanca, una de sus extrañas figuras repletas de enigmáticos mecanismos.

El Bloop Festival está permitiendo al público ibicenco no solo familiarizarse con el arte urbano más actual, sino ofreciéndole la posibilidad de ver cómo esas obras van creándose en diversos puntos de la Isla.

Como él mismo explicó en una entrevista, el nombre Phlegm (flema) «viene de uno de los cuatro humores del cuerpo en la antigua medicina griega: sangre, bilis amarilla, bilis negra y flema; se creía que era la reponsable de un comportamiento apático y carente de emotividad y afecto».

Del cómic a la pared

Procedente del mundo de la autoedición de cómics, los murales de Phlegm surgen de ellos y solo usa el color en contadas ocasiones. «Mi estilo viene de mi pasión por la pluma y el aguafuerte. Mi estilo mural es un intento de imitar con botes lo que hago con la pluma. Pero creo que, con el paso de los años, los dos modos de trabaja se han ido influenciando uno a otro. Ahora me he visto habitualmente en mi mesa de trabajo intentando imitar lo que hago en las paredes», aseguraba el artista el pasado año en una entrevista en Huck.

Hace escasas semanas, Phlegm pintaba en Nueva York por primera vez. En Inglaterra, Irlanda, Australia o ahora Eivissa su obra sorprende y atrae al espectador. ¿Por qué decidió dedicarse al arte? «Por mi incapacidad para hacer cualquier otra cosa», responde.

En Sant Antoni, el británico se ha hecho cargo de una de las paredes laterales del edificio que alberga los apartamentos Casita Blanca, a cuyos propietarios quisieron hacer público su agradecimiento los responsables del Bloop Festival.

Los dos brazos pintados por Phlegm ocupan un área de más de doscientos metros cuadrados y una altura de casi cuatro plantas.