En la Fira d’Stocks se pueden encontrar productos muy diversos a precios muy baratos.

El Recinto Ferial de Eivissa acoge por segundo año consecutivo de forma conjunta la Fira d’Stocks y el Saló de vehicles d’ocasió. Hasta mañana participan tres negocios de venta de automóviles y 42 stands, un número sensiblemente inferior al del año pasado cuando acudieron cinco concesionarios y cerca de 80 comercios.

Sin embargo, esto no desanimó a los compradores más madrugadores que acudieron para aprovechar las primeras horas de ambas ferias. «Siempre vengo porque hay productos con muy buenos descuentos aunque hay que estar rápidos porque se acaban rápidamente», explicaba Maria Luisa, una joven que buscaba unos zapatos para niño. De la misma opinión eran Laura Fernanda y Lourdes Lucía, que miraban ropa para bebé. «Estamos en el paro y, con los tiempos que corren, creo que no hay mejor lugar para poder comprar ropa para los niños, para nosotras y para nuestros maridos».

El «outlet» de Eivissa

No en vano, en esta feria, que el conseller d’Indústria, Noves Tecnologies, Comerç i Treball, Vicent Roig, definió como «el outlet de los pequeños comercios», se puede encontrar de todo a precios por debajo de coste. Hay moda Adlib de 5 a 45 euros, trajes con chaleco a 60 euros y sin chaleco a 50, vaqueros, manteles, gafas de sol, productos infantiles, accesorios de baño y productos de bazar, gracias al hueco que se han hecho este año comercios como Bazar Ceuta, El Rey del Euro o Euroasia Multiprecio.

Mientras, el Saló de vehicles d’ocasió también es una buena oportunidad para renovar el coche. Este año el objetivo es, por lo menos, intentar llegar a las cifras del año pasado, cuando se batió el récord de ventas. Opciones no faltan con más de un centenar de automóviles donde elegir con precios que oscilan entre 3.000 y 40.000 euros. Algo que agradecen los visitantes: «El año pasado compré un Ford Ka para mi mujer y ahora he venido con mi cuñado a ver si aprovechando los precios nos damos un pequeño capricho», explicaba Luis mientras miraba un Mini que valía en torno a 12.000 euros.