El pleno del Ayuntamiento de Eivissa acordó ayer por unanimidad que todo el tráfico de Formentera (carga y pasaje) se traslade a los muelles comerciales (la segunda de las tres opciones que daba Autoritat Portuària para el proyecto de remodelación de la fachada marítima) tras anunciar el viernes que se ubicaría en el muelle viejo (zona del Martillo) y comprobar que vecinos, comerciantes y oposición no estaban de acuerdo con esta opción.
Si bien esta opción se aprobó por unanimidad, la oposición introdujo seis puntualizaciones en la propuesta de acuerdo que la alcaldesa remitirá a la Autoritat Portuària (APB) «cuanto antes». Así, PSOE-Pacte anunció como sugerencias que se haga un párking en el muelle de Levante «porque absorbería todo el tráfico que viene por la avenida Santa Eulària», así como que haya un servicio de transporte de pasajeros dentro del puerto con paradas de bus y taxis, la recuperación de la explanada donde está ubicada la actual estación marítima «para que sea una plaza pública ya que no habrá usos portuarios» y que el proyecto de la nueva estación marítima se haga en los muelles comerciales «con el mínimo impacto visual posible». A estas peticiones se añadieron en la propuesta de acuerdo final las de ExC, que consisten en la creación de una marina seca en los muelles comerciales y la creación de amarres sociales «que no son tan rentables, pero que son para los ciudadanos de Eivissa», precisó Vicent Ferrer, quien criticó duramente a Sánchez-Jáuregui cuando ésta señaló ayer que en la época del anterior equipo de gobierno, formado por PSOE y ExC, «no consiguieron nada» respecto al puerto. «Eso es insultante. Sólo tiene que salir al balcón y mirar el puerto», espetó Ferrer a Sánchez-Jáuregui. No fueron éstas las únicas críticas que le llovieron a la alcaldesa de Eivissa, pues Lurdes Costa precisó que «todo lo que toca lo rompe. Teníamos una decisión consensuada sobre el tráfico de Formentera en el plan director del puerto de Eivissa [carga al muelle comercial y pasaje al muelle viejo] y usted quiso empezar de cero». A este comentario, Sánchez-Jáuregui explicó: «Cuando usted [refiriéndose a Lurdes Costa] dijo que había llegado a un acuerdo con la APB le pregunté a su presidente y me dijo que no había un compromiso cerrado y, por tanto, empezamos de cero. Sobran las críticas cuando usted no ha sido capaz de solucionarlo en su mandato».
Sánchez-Jáuregui explicó que, al no escoger la opción uno (tener carga y pasaje en el muelle viejo), entiende que la licitación de las obras de la fachada marítima (que son la segunda fase de la remodelación del puerto y que incluye la creación de un paseo desde el muelle viejo hasta el obelisco de los corsarios) se podrá «agilizar».

«Tenemos que felicitarnos por que la APB haga esta obra»
La alcaldesa de Eivissa explicó ayer la importancia de que la APB «tenga dinero» para hacer estas obras del puerto. «Tenemos que felicitarnos por que en un momento de crisis como el actual haya una institución como la APB que esté dispuesta a realizar una obra de esta envergadura en la ciudad. Le pedí al presidente de la APB integrar la ciudad en el puerto y el puerto a la ciudad y esta manera era quitar las barreras que hay en el muelle viejo. Este compromiso lo adquirió el presidente de la APB». Sánchez-Jáuregui explicó ayer que fue el gestor portuario el que le trasladó que el pasaje y la carga no podrían estar separados en el muelle viejo y comercial, respectivamente.