La Escola Oficial d’Idiomes sigue siendo una referencia en la isla de Eivissa.

Más de 1.300 alumnos matriculados y otros 180 más en lista de espera. Esta es la situación de la Escola Oficial d’Idiomes d’Eivissa para este curso 2012-2013 en el que, por primera vez en años, no ha aumentado el número de personas que se han acercado a inscribirse. «No se si será que la gente no tiene dinero para pagar la matrícula o, simplemente que la gente decide invertirlo en otra cosa, pero lo cierto es que han bajado las solicitudes para estudiar idiomas minoritarios», asegura con cierta resignación, la directora de la escuela, Sandra Tena.

A pesar de todo, según Tena, lo que no ha bajado es el interés por el inglés. «Más de la mitad de nuestros alumnos se han matriculado en este idioma, muy por encima de los que lo han hecho en otras opciones como el francés o el catalán, que este año ha sido de los que menos alumnos tendrá».

Además, tal y como asegura la directora de la escuela, el alemán también sube enteros entre los alumnos. «Este año viendo que había mucha gente que quería cursar este idioma nos hemos visto obligados a poner en marcha un grupo más para intentar que nadie se quedara fuera».

Incluso, la Escola Oficial d’Idiomes, ha puesto en marcha otras alternativas ante las demandas de los matriculados. Entre ellas, una de las «más interesantes» es la de francés, italiano y alemán enfocado al turismo y un curso de francés oral a nivel básico.

Los alumnos, contentos

Todo esto ha gustado mucho a los alumnos que, en su mayoría, ven en los idiomas una posibilidad de seguir formándose y añadir un valor añadido a su curriculum ahora que encontrar trabajo es difícil.

«Afortunadamente trabajo en un restaurante pero cada vez es más necesario tener una mayor formación para poder mantener mi puesto», explica Rosa, una joven brasileña que ya habla castellano, francés, algo de catalán y su brasileño natal. De igual manera piensa, Marta, una estudiante de alemán. «Tengo 24 años, acabo de terminar un módulo de turismo, y en Eivissa si no hablas bien este idioma es muy difícil poder acceder al mercado laboral cuando empiece la temporada».

Las posibilidades de acceder al mundo laboral no es el único motivo que mueve a los residentes en la Isla a acudir a la escuela. Hay quien lo hace para poder tener el certificado oficial que no dan otras academias de Eivissa como los jóvenes Jacob y Xisca, estudiantes de inglés y francés respectivamente; para seguir mejorando su castellano y relacionarse mejor con los ibicencos como Yala, una rusa que lleva cuatro años en la Isla; para aprender un idioma y recuperar el tiempo perdido, como María José, una antigua estudiante de Turismo; o simplemente por diversión como Carles, Miquel o Joan, que estudian italiano para «poder hablar más con las turistas en verano».

La mayoría de ellos están muy contentos con los servicios que ofrece la escuela en el instituto sa Blanca Dona de Eivissa y con la calidad de la enseñanza que llevan a cabo los 23 profesores actuales.

Sin embargo, algunos echan en falta que pudiera haber clases por la mañana y no únicamente por la tarde. «Yo afortunadamente tengo la posibilidad de venir a partir de las 17,00 horas pero tengo amigos que no se han matriculado porque el horario no les cuadra y eso es algo que creo que se debería de cambiar», explicaba Albert, matriculado por tercer año en francés.

Precisamente esta es una de las demandas llevadas a cabo por el equipo que dirige Sandra Tena. «Desde hace tiempo venimos pidiendo la posibilidad de mudarnos a otro centro ya que, aunque no tenemos ningún problema con estar en Sa Blanca Dona, ante el gran número de alumnos es necesario que podamos ofrecer más alternativas, tanto de horario como de número de clases». Y es que como asegura, con una gran sonrisa, la propia Tena, «no hay que olvidar que, aunque este año no se hayan aumentado el número de inscritos, nuestros más de 1.300 alumnos son muchos más que cualquier instituto de la Isla».