La primera de las jornadas de la tercera edición del Cañas’n’Roll de Sant Josep amaneció muy pasada por agua, a pesar de lo cual los bares y restaurantes siguieron adelante con los conciertos programados y, a cambio, la gente les correspondió. «The show must go on», bromeó ayer Belén, camarera en Es Galliner, uno de los locales ya clásicos en el Cañas’n’Roll. «Aunque el tiempo no acompaña hemos decidido seguir adelante», añadió.
«Otros años estamos abiertos hasta las doce de la noche, ¡ya veremos hoy!», apuntó Pepa, la encargada. Dj Pato se encargó ayer de la música en Es Galliner. «Ya es el tercer año y está genial», recordó. «Yo siempre pincho rock clásico», explica. Mientras tanto varias mesas se llenan con clientes que llegan atraídos por el rock and roll de Dj Pato y la oferta: pincho y caña, vino o o refresco, a dos euros.
Cruzando la calle, en La Movida Café, el soul que pinchan The Selectors, Javi Box y César Sánchez, mantiene animado el bar. «Esto empieza a funcionar a tope a partir de las tres de la tarde, dice Javi, el encargado, que recuerda que la iniciativa Cañas’n’Roll «fue una idea para animar el pueblo los sábados de invierno con música, cañas y pinchos». Este año será todos los sábados, domingos y festivos del 1 al 16 de diciembre y participan diez locales. En Can Llorenç había ayer música en directo, y muy buena. Son Bluesmafia. Angelita, la encargada del local, ha participado en las tres ediciones de Cañas’n’Roll y considera que de trata de «una buena iniciativa para animar el pueblo en invierno». «Ahora [las dos de la tarde] aún no hay demasiada gente, pero espero que más tarde se anima todavía más», calculó Angelina.
Ya en las afueras del pueblo, pero a menos de un minuto en coche, está el restaurante Es Verger, donde sirven grandes pizzas de ensueño, y que ayer tuvo la suerte de contar con la actuación de The Muriel Grossman Trio, la banda liderada por esta excelente cantante y saxofonista.
«Que la gente se mueva»
«A mí esta iniciativa me parece muy bien porque promociona que se haga música en vivo en la Isla, música de calidad, y que la gente se mueva y también ayuda a los bares», apuntó Muriel Grossman.
A Aurora, la propietaria de Es Verger desde hace dos años, también le parece muy bien la iniciativa y por eso ha participado en las dos ediciones que ella ha conocido como responsable del local.
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