Urdangarin, con su abogado, el día de su primera declaración. | [JOAN LLADO

La crisis económica y las sospechas de corrupción política han provocado que el grado de insatisfacción ciudadana llega a niveles nunca vistos en los últimos veinte años. Un análisis de los estudios del CIS realizados en Balears desde el año 1995, unido a la encuesta realizada a finales de año por el Instituto Balear de Estudios Sociales (IBES) pone de manifiesto que dos de cada tres personas de las Islas, el 68 por ciento de los ciudadanos, define la situación actual como insatisfactoria, ya sea mala o muy mala.

Uno de cada cuatro habitantes se declara indiferente y tan sólo el dos por ciento opina que la situación es buena, muy buena o satisfactoria. Sólo un cinco por ciento de los ciudadanos no contesta a esta pregunta.