Arriba, una de las pancartas que se pudieron ver durante la convocatoria de protesta. g Fotos: GERMÁN G. LAMA

La jornada de huelga en la enseñanza convocada por los sindicatos UGT, CCOO, ANPE y Stei-i acabó ayer con menos seguimiento que la primera, la del 13 de marzo, y sin que coincidan las cifras del paro facilitadas por los sindicatos, un 23,43% en Eivissa, y en Formentera, un 25,27%, mientras que el Govern cifra el paro en Eivissa en un 15,5% y en Formentera, un 19,8%.

Según el recuento realizado ayer por este medio en 28 de los 34 colegios de primaria y once institutos, alrededor de 110 profesores de infantil y primaria y 95 de secundaria de las Pitiüses secundaron la huelga. En algunos centros como Can Cantó o Es Pratet, en los que la huelga no tuvo seguimiento, sí que sin embargo comparten las razones del paro. « No ha habido huelga porque la gente está mal económicamente pero eso no quiere decir que se esté de acuerdo con lo que se está haciendo. Hay razones», comentaron desde Can Cantó. En Es Pratet, con nulo seguimiento de profesores aunque sólo fueron 45 niños de unos 200, son de la misma opinión. «El descuento económico es considerable por días de huelga pero sí hay razones para hacerlo». Otros, en cambio hablan de «desencanto» o proponen medidas más duras como huelga indefinida.

En otros colegios del municipio se secundó la huelga, como en Sa Bodega (nueve docentes en paro de 14); Sa Graduada, (ocho docentes en paro de 30 y con menos de un centenar de alumnos); Can Misses, con un profesor de 31 y la mitad de alumnos; Cas Serres, con cuatro de 20; y Portal Nou en el que sí hubo docentes en huelga aunque no han facilitado el número. En Sant Antoni, once docentes de 15 del colegio Sant Rafael se sumaron a la huelga y tuvieron muy pocos alumnos, 10 de 191; en Sant Antoni fueron seis docentes al igual que en Guillem de Montgrí. En Sant Joan, sólo cinco profesores del Balansat hicieron huelga. En Sant Josep, colegios como Can Raspalls hicieron huelga tres profesores de 30 aunque en la anterior convocatoria se sumaron una docena; en Es Vedrà, cuatro de 30; en L’Urgell, nueve de 30 y con 51,36% de alumnos menos; y en Sant Jordi, tres de 17. Colegios como el de Jesús que la semana pasada no hubo incidencia, esta vez se sumaron cuatro docentes mientras en S’Olivera bajó, siete de 32. En Venda d’Arabí fueron once docentes en huelga de 28 y con una ausencia del 50% de los alumnos. En Formentera, se sumaron a la huelga siete docentes del Sant Ferran y dos del Mestre Lluís Andreu.

Los institutos

Respecto a los institutos, proporcionalmente fue en Blanca Dona en el que más se secundó con 20 profesores en el horario de mañana y un 95% de alumnos de 3º de ESO y bachillerato; en Santa Maria, siete docentes; en el Quartò, doce; en Sa Serra, cuatro; en Balàfia, el 25% del profesorado y el 90% de los alumnos; en Sant Agustí, diez docentes y casi el 60% de alumnos; en el Xarc, 15 docentes del turno de mañana y entre un 75% y un 90% de los alumnos; y en el Marc Ferrer, alrededor de unos 15 profesores. En otros institutos, como Algarb o Sa Colomina no ha habido seguimiento.

Pese al descenso, los sindicatos, como Pere Lomas del STEI-i, sostienen que «es el momento de hacer las cosas» ya que ahora está en fase los anteproyectos de ley que el Govern quiere implantar. «La gente tiene que ser consciente de la situación», apunta Xavi Llobet, de FETE-UGT. Llobet advierte de que con estas normas «habrá muchos cambios y la gente se quedará sin trabajo; hay que seguir con la lucha y no desanimarse. No están dispuestos a cambiar nada ni a negociar. Cada vez nos tienen más marginados y van a conseguir que haya un país de tontos».

Escasa participación en la protesta de Eivissa

Cerca de 300 personas participaron ayer en la manifestación convocada por los sindicatos mayoritarios para protestar por la política educativa impulsada desde el Govern balear. En la protesta, que partió desde el Passeig de s’Alamera y finalizó en el Parc de la Pau, se pudieron ver algunas pancartas con lemas como ‘Basta de represión y de recortes en eduación’, ‘No queremos reforma, nuestros derechos no se recortan’ o ‘La educación en el aire’. En la manifestación algunos participantes se quejaron por la mala sincronización existente entre las movilizaciones convocadas por los sindicatos con las de los profesores.