Una discoteca ibicenca en plena temporada turística. | DAVID PAREJA

La Asociación de Empresarios de Salas de Fiesta, Discotecas y Similares de Balears, que representa a 64 establecimientos de ocio nocturno de la Isla, entre ellos las principales discotecas, acordó ayer organizar un «cierre patronal» este verano para protestar por las modificaciones horarias que están aprobando ayuntamientos como el de Sant Josep, «pero, sobre todo, por la continuación y la permanencia insultante de actividades ilegales». Así lo afirmó el presidente de la asociación, Jesús Sánchez, en relación a las denuncias que interpuso la agrupación contra medio centenar de locales que carecen de permisos, sin lograr una respuesta de la administración, según ha criticado de forma reiterada.

Sánchez presidió la reunión entre los empresarios del ocio nocturno que tuvo lugar ayer en Eivissa, y a la que asistieron «25 representantes» del sector. A su fin, aseguró que este anuncio de huelga no es solo una amenaza. «Como sector y como actividad vamos a plantear unas fechas concretas que anunciaremos a los mercados emisores de turistas, donde les vamos a decir, ‘oiga, si usted ha vendido Eivissa para que sus clientes disfruten de este tipo de oferta que sepa que tal día y tal otro la Isla va a tener la noche en negro», detalló el presidente de la patronal, que insistió: «Nosotros no hacemos amenazas, nosotros calculamos y calibramos muy bien las actuaciones, somos prudentes, somos profesionales y no hacemos las cosas en función de una pataleta de un día para otro», añadió.

No más reuniones

El presidente de la agrupación señaló que los empresarios de la noche son conscientes de que no pueden «dañar la imagen de Eivissa», pero destacó que «el tema se está planteando de una manera muy seria para hacerlo durante dos o tres día, en temporada alta».

En el encuentro de ayer, también se acordó que la agrupación ya no se reunirá con las instituciones, «sea ayuntamiento o Consell». «Creemos que muchas de esas reuniones son casi un insulto y hemos decidido que como de todas formas no avanzamos nada en ese sentido, porque no se cumplen los compromisos que tienen los políticos con nosotros, a partir de ahora no nos reunimos y en un momento dado les informaremos de cuáles son las siguientes medidas», añadió.

El presidente de los empresarios no quiso hablar de ruptura de diálogo sino más bien de «paréntesis» con las instituciones, con vistas a recuperar el contacto con los políticos «en caso de que ellos estén dispuestos a retomarlo en los términos que nosotros les pedimos». «No queremos que hagan lo que les decimos pero por lo menos que nos escuchen porque seguramente acertaremos mejor», añadió el portavoz.

Por último, Sánchez detalló que el cierre patronal es una «medida de presión» y un escalón más en un proceso «de diálogo iniciado hace un año», que continuó en el mes de septiembre con requerimientos notariales, «y siempre esperando una respuesta con las puertas abiertas». «Pero ahora, desgraciadamente, tenemos que seguir en ese camino que habíamos diseñado y dar el paso siguiente», concluyó.