Casi dos años después de la aprobación por parte del Gobierno central de las Inspecciones Técnicas de Edificios (Real Decreto 8/2011, los dos municipios obligados por total de población a aplicar estas revisiones, Vila y Santa Eulària, aún no las han empezado. Según esta normativa estatal que tienen que desarrollar los ayuntamientos, los municipios con más de 25.000 habitantes están obligados a inspeccionar los edificios con más de 50 años de antigüedad. En el caso de la Isla, Vila con más de 44.000 habitantes y Santa Eulària con más de 28.000 son los dos únicos que están obligados a pasarla.

Desde Vila, el concejal de Urbanismo, Alejandro Marí, explicó que en febrero del año pasado se iniciaron las «gestiones internas» para empezar a instaurar estas revisiones. A partir de ese momento, recopilaron borradores de otros ayuntamientos que ya las hacían y se estableció un contacto con el colegio de aparejadores para una colaboración en los trabajos técnicos. «No es un tema sencillo porque no quedan definidos los recursos técnicos y humanos que tenemos que destinar a las inspecciones. Estamos haciendo, además, un censo de edificios para saber cuáles están obligados a pasar esta revisión. En este momento, la parte que falta es que los servicios jurídicos den el visto bueno a la ordenanza y la podamos llevar a comisión informativa para poder llevarla al pleno», explicó Marí, quien reconoció que la elaboración de esta ordenanza se paralizó por las novedades normativas urbanísticas a nivel autonómico y estatal. «A mí me gustaría que ya estuviera aprobada, lo que pasa es que con todas las novedades que salen no es tan fácil».

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