El jugador Paco Vázquez, de espaldas, leyendo el pregón ante un público un tanto escaso. | NATALIA NAVARRO

Las Festes de la Terra arrancaron ayer con un gran homenaje a las tradiciones de la Isla. Aunque las dificultades económicas hayan obligado a apretarse el cinturón, las calles se llenaron de vecinos con ilusión.

En primer lugar, se realizó el desfile de carros a cargo de la Associació de Carreters de Sant Josep y con la participación de las colles de Sant Miquel, Buscastell, Sant Rafel y sa Bodega. Los carruajes recorrieron Vara de Rey y sus alrededores mientras el público observaba el desfile, que además contó con la asistencia de un gran número de personalidades.

Acto seguido y antes de inaugurar oficialmente las fiestas, el parque Reina Sofía acogió una muestra de ball pagès, que dio paso a la lectura del pregón inaugural. Este año fue el jugador de baloncesto ibicenco Paco Vázquez el encargado de abrir las Festes de la Terra. El deportista demostró sentirse muy ligado a la Isla, «siempre he sido una persona que lleva a Eivissa en el corazón y no dudo en demostrarlo en todo momento», comentó el jugador de baloncesto. La alcaldesa de Vila, Pilar Marí, también se estrenó en esto de las fiesta y, por primera vez, leyó el discurso inaugural en castellano, algo que los concejales progresistas criticaron por las redes sociales. Marí dio la bienvenida a todos los ibicencos de nacimiento y de adopción e instó a que nadie se sintiera foraster. También lanzó un mensaje de optimismo en estos momentos de crisis y señaló que con «el tesón, esfuerzo y voluntad que siempre hemos demostrado seguiremos adelante». «En la vida no siempre surge la oportunidad que esperas, pero pueden surgir otras nuevas que te hagan igualmente feliz», indicó Marí. A pesar de la cantidad de público que sí disfrutó del desfile de carros por las calles de Vila, fueron pocos los que se acercaron hasta el Parque Reina Sofía, que registró un gran número de sillas vacías.

Las actuaciones de Petit Groove Band y del concursante de ‘La Voz’ pusieron el punto y final a la primera jornada de un programa repleto de actividades y celebraciones.